EL MUNDO › LA POLICIA FRUSTRO UN ATENTADO DEVASTADOR
Desde Berlín *
La fiscalía federal alemana anunció ayer la detención de tres hombres acusados de preparar un atentado terrorista de grandes proporciones contra intereses norteamericanos en Alemania y contra el aeropuerto de Francfort del Meno, el segundo de Europa en número de pasajeros. Dos de los detenidos son alemanes conversos al Islam identificados como Daniel S. y Fritz G. El tercero es el ciudadano turco Aden Y. La fiscal federal Monika Harms explicó que los supuestos terroristas pretendían cometer atentados “tan graves como los de Madrid y Londres”. Se especula sobre el aniversario del 11 de septiembre como posible fecha prefijada para los atentados.
Las detenciones se llevaron a cabo en la localidad de Oberschledorn, en el estado federado de Renania del Norte-Wesfalia. Funcionarios de la policía criminal y miembros de la fuerza policial de elite GSG9 tomaron por asalto una casa de vacaciones alquilada por los sospechosos. Fue el pasado martes hacia las dos y media de la tarde. Cientos de policías participaron después en una operación a gran escala, en cuyo curso se registraron otros cuarenta inmuebles en todo el país. Las fuerzas del orden, incautaron detonadores y otros instrumentos, además de 730 kilos de peróxido de hidrógeno en una solución al 35 por ciento, que se puede utilizar para fabricar material explosivo de gran potencia. La policía hablaba ayer del equivalente a 540 kilos de TNT. Los jóvenes pertenecían al parecer a la Unión de la Yihad Islámica, con la que al menos tenían contacto. Los tres detenidos pasaron el año pasado temporadas largas en campos de entrenamiento militares en Pakistán. Se desconoce si el grupo recibía órdenes del extranjero o se organizó como un comando autónomo en Alemania. Las autoridades llevaban seis meses vigilándolos con un contingente de hasta 300 policías. Todo empezó al parecer cuando, en diciembre de 2006, los servicios de inteligencia se percataron de los merodeos de varios hombres alrededor de instalaciones militares norteamericanas en las cercanías de Hanau, al este de Francfort. En enero de este año, la policía registró las viviendas de los sospechosos. Los funcionarios encontraron una serie de pruebas de la existencia de un grupo terrorista peligroso. Durante las escuchas que les realizaron, algunos de los sospechosos se dijeron dispuestos a inmolarse por la causa islamista. Se eligió entonces no intervenir ni detener a los sospechosos, en palabras de Ziercke, porque “una intervención inmediata no había atajado la amenaza que representaba el grupo”. Su formación en Pakistán en la fabricación y manejo de bombas permitía sospechar la dimensión de la amenaza.
Los registros policiales no parece que hicieran mella en los ánimos del grupo, que durante los pasados meses entre febrero y agosto se hicieron con los bidones de peróxido de hidrógeno, una tras otra hasta tener doce. La policía señala que con esta “agua oxigenada” en alta concentración y otros elementos de fácil compra se pueden fabricar bombas de efectos devastadores.
En esa fase se encontraban los sospechosos cuando los detuvo la policía. El domingo pasado transportaron el líquido desde el garaje de la localidad de Freudenstadt, donde lo almacenaron durante su adquisición, a la casa de vacaciones que alquilaron bajo nombre falso en Oberschledorn. Se disponían a mezclar el explosivo con el que fabricar los coches bomba. No sabían que la policía les había hecho el cambiazo mientras los vigilaba: en lugar de la solución de 35 por ciento con la que se puede fabricar explosivos, los bidones azules contenían peróxido de hidrógeno al 3 por ciento, el mismo que se puede comprar en la farmacia como agua oxigenada. Desde el pasado julio, el peligroso alijo no era más que desinfectante.
El pasado lunes, los yihadistas se dispusieron a reunir el material de detonación. A la vuelta de uno de los recados, un control policial ordinario y casual les llevó a sospechar que estaban bajo vigilancia. Cuando, llevados por el miedo a ser descubiertos, decidieron dejar su escondite, la policía procedió a detenerlos para evitar perderlos de vista. En una rueda de prensa celebrada ayer, el ministro del Interior alemán Wolfgang Schäuble se felicitó por la desarticulación del supuesto comando terrorista. Aunque no quiso abordar el tema en la rueda de prensa, el ministro pudo ayer ver respaldada la línea dura en materia de seguridad que defiende desde que accedió al cargo. En especial durante los meses del verano se ha distinguido el democristiano por proponer estrictos medios de control policial. Las propuestas más llamativas en materia antiterrorista incluyen el llamado “registro en línea” de ordenadores privados sin mandato judicial. En julio, Schäuble llegó a sugerir la legalización de los asesinatos preventivos de terroristas.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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