Se quedó con el Premio Nobel, pero abandonó los comicios. Al Gore, el ex vicepresidente norteamericano y ganador del Premio Nobel de la Paz, dijo ayer que no se presentará a las elecciones presidenciales en su país en 2008. La declaración del político demócrata se produjo en momentos en que las encuestas favorecen a la precandidata favorita del mismo partido, la senadora de Nueva York, Hillary Clinton.

“No tengo planes de ser candidato de nuevo, así que no lo contemplo en ese contexto en absoluto”, dijo Gore en una entrevista con la televisión de Noruega, después de ser premiado la semana pasada por su campaña contra el cambio climático mediante la difusión de un documental, que pese a tocar varios ejes les presta poca atención a los efectos negativos de la explotación del petróleo, un recurso estratégico para la economía mundial.

En un rechazo a su candidatura presidencial, el lider demócrata prefirió mostrarse dedicado a los temas climáticos. “Estoy implicado en un tipo diferente de campaña. Es una campaña global. Es una campaña para cambiar la forma de pensar de la gente sobre la crisis climática”, aseguró el político que en el 2000 perdió las elecciones presidenciales ante el actual presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

Seguro con su premio, Gore reforzó su nueva misión. “Es la oportunidad de ser más efectivo en intentar difundir el mensaje sobre la crisis climática y la urgencia de resolverla”, dijo el demócrata, que mantenía abierta la posibilidad de candidatearse hasta antes de recibir el premio. Desde que el ex vicepresidente comenzó su campaña climática, varias organizaciones ecológicas pidieron su candidatura presidencial. El martes pasado sus seguidores, que impulsaron una petición para que Gore se presentara a elecciones, recibieron más de 200.000 firmas.

Sin embargo, las últimas encuestas en Estados Unidos indicaron que el 54 por ciento de los consultados se mostró en desacuerdo ante una posible carrera presidencial de Gore. Según los expertos, la precandidata Hillary Clinton dispone de tal avance en el campo demócrata que arrebatarle el lugar en este momento parece una tarea inalcanzable para el militante por la paz y el cambio climático.