EL MUNDO › TRAS EL ATAQUE QUE DEJO 140 MUERTOS EN PAKISTAN
› Por Georgina Higueras *
desde Karachi
Visiblemente conmocionada, la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto convocó ayer en su casa a la prensa para expresar su dolor por los casi 140 muertos del atentado del jueves y, sobre todo, para dejar claro a los autores que “no han logrado su propósito de atemorizar a los paquistaníes empeñados en la democratización”. “El ataque no fue contra mí, sino contra Pakistán, no fue contra mi persona, sino contra lo que represento: la democracia, la unidad y la integridad de Pakistán”, aseguró la dirigente, quien se mostró acompañada por decenas de amigos y simpatizantes.
La líder del Partido Popular de Pakistán (PPP), la mayor fuerza política del país, llevaba un lazo negro en el brazo. “Los atacantes forman una minoría que pretende secuestrar el destino de nuestra nación, pero no lo conseguirán”, afirmó. A continuación, Bhutto dijo que no lograrán silenciarla ni a ella ni al PPP e indicó que permanecerá en el país para impulsar la campaña de las elecciones generales, previstas para mediados de enero próximo.
Asimismo, el gobierno también señaló que el atentado “no interrumpirá” el proceso electoral que se abre el 15 de noviembre, cuando vence el período de la actual Asamblea Nacional. “Las elecciones se celebrarán conforme lo planeado. El proceso de democratización iniciado no se verá afectado”, declaró el viceministro de Información, Tarik Azim.
A instancias de Estados Unidos, Bhutto y el general Pervez Musharraf firmaron a principios de mes un acuerdo para compartir el poder. El acuerdo ha sido puesto en duda por el Tribunal Supremo, que debate la constitucionalidad de la reelección de Musharraf y de la amnistía concedida por éste a Bhutto por las acusaciones de corrupción que tenía pendientes y por las que se autoexilió en 1999 para evitar la cárcel.
La hija de Zulficar Alí Bhutto, el primer presidente civil del llamado País de los Puros, que fue ahorcado en 1979 por el dictador Mohamed Zia ul Haq, aseguró que detrás de los suicidas se encuentran “elementos del antiguo régimen de Zia (1977-1988) que han vuelto a recuperar mucho poder” durante los años de Musharraf. “No acuso al gobierno sino a ciertos individuos que abusan de su poder”, aseguró.
Bhutto indicó que el pasado martes envió una carta a Musharraf en la que le advertía sobre el envío a Karachi de cuatro escuadrones suicidas: uno ligado a los talibanes afganos, otro a los talibanes paquistaníes, un tercero a Al Qaida y un cuarto a sus rivales del PPP.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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