Una servilleta escrita por ella con sus datos. Esa fue la prueba crucial para que cinco turistas cordobeses que veraneaban en Florianópolis, al sur de Brasil, quedaran liberados de los cargos del delito de “abuso sexual” por el que una mujer los acusó, al parecer falsamente. La habían conocido en un boliche junto a una amiga y pernoctaron con ellas en el lugar donde paraban. Al otro día, en lugar de una garota los despertó la policía de Brasil. Dos de los chicos permanecieron presos cuatro días, pero los conocimientos legales de los integrantes del grupo –cuatro son abogados– fueron claves en el proceso. Los jóvenes ya emprendieron el regreso y llegarían hoy a Córdoba. Entretanto, el cónsul argentino en Florianópolís, Valdo Palmai, aseguró: “No tengo ningún comentario que hacer al respecto. No me consta”.

Los protagonistas de la historia son cinco jóvenes cordobeses, cuatro de ellos abogados, tres de Córdoba capital y dos de la localidad de General Cabrera, que desde el 1º de enero pasaban sus vacaciones en Canasvieiras, en Florianópolis, y dos mujeres brasileñas que conocieron en un boliche. La madrugada los encontró acaramelados, pero después de que las chicas se marcharan, a las 7 de la mañana, los turistas fueron despertados por la policía de Brasil. Según trascendió, una de las mujeres, de 32 años, los denunció por “abuso sexual”. Los destinatarios de la denuncia fueron los dos oriundos de General Cabrera.

No se sabe si para chapear frente a sus amigos a su regreso o si por previsor, pero uno de los detenidos, Sebastián Acevedo, había guardado una servilleta con los datos de una de las brasileñas, de puño y letra de la mujer. De allí se dedujo que no hubo actividades obligadas por los cordobeses, sino que la actividad sexual, cualquiera haya sido, fue consentida.