El presidente de Estados Unidos, George Bush, llamó ayer a enfrentar a Irán durante su gira por Medio Oriente en la que busca ganarse el apoyo de los países árabes. “Irán es hoy el principal Estado que patrocina el terrorismo en el mundo”, sentenció el mandatario. Sin embargo, Teherán rechazó las acusaciones y dijo que las mismas demuestran el fracaso de Washington, en una región en la que el país árabe ha ganado influencia con el empantanamiento norteamericano en Irak y el crecimiento de Hamas en Palestina. Asimismo, la cancillería iraní dijo que EE.UU. hizo el ridículo en un reciente incidente naval y anunció que responderá a todas las preguntas que haya sobre el programa nuclear que lleva adelante su país. Antes de que Bush llegara a Arabia Saudita, en su viaje por el Golfo Pérsico su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, se adelantó y visitó la monarquía cercana a la Casa Blanca, desde donde presionó a Irán para que detuviera su plan atómico.

En el quinto día de su gira, el presidente estadounidense reafirmó su compromiso de garantizar la seguridad en el Golfo frente a Irán, país al que calificó de amenaza para el mundo. “Estados Unidos refuerza su antiguo compromiso en materia de seguridad ante sus amigos en el Golfo y junta a sus amigos en el mundo para enfrentar ese peligro, antes de que sea demasiado tarde”, sostuvo Bush. Asimismo, llamó a los dirigentes árabes para que apoyen sus esfuerzos en vistas de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos este año, la estabilización de Irak y la defensa de la democracia en Líbano.

Las presiones al gobierno de Teherán han sido una constante de la gira de Bush por la región, pero ayer el presidente endureció aún más su discurso contra Irán, al que acusó de entregar armas a los talibán en Afganistán, a los extremistas chiítas en Irak, a Hezbolá en el Líbano, y de apoyar a las organizaciones que Estados Unidos califica de “terroristas” como Hamas y la Yihad islámica de Palestina. “Irán intimida a sus vecinos con sus actividades balísticas y su retórica beligerante, desafía a las Naciones Unidas y desestabiliza la región”, denunció. “Las actuaciones de Irán amenazan la seguridad de todos los países”, añadió. Por otra parte, instó a los iraníes a afirmar su derecho de vivir en un régimen que escuche sus reclamos, respete su talento y les permita construir una vida mejor para sus familias.

En los últimos días, Kuwait, Bahrein y Emiratos Arabes Unidos han recibido a Bush con agasajos oficiales, pero ninguno ha expresado un apoyo explícito a su estrategia contra Irán, un país que despierta preocupación en las monarquías árabes, reticentes al deseo de Teherán de exportar su revolución islámica.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manuchehr Mottaki, rechazó ayer las acusaciones de Bush. “Las infundadas afirmaciones de Bush contra Irán demuestran que su misión en Oriente Medio ha fracasado”, dijo Mottaki en una entrevista con la agencia Al Jazeera. Asimismo, expresó su confianza en que los vecinos árabes de Therán no apoyarán el plan del presidente estadounidense de aislar a la República Islámica. También consideró a las declaraciones de la Casa Blanca como una falta de educación respecto de los pueblos de la zona. “Ha calificado de terroristas a los que se sacrifican por los derechos de los palestinos”, añadió aludiendo a Hezbolá, Hamas y Yihad Islámica.

En cuanto al incidente marítimo con Estados Unidos, la cancillería puso en ridículo a Washington. “Los estadounidenses han hecho el ridículo”, declaró Mohammad Alí Hosseini, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, al referirse al conflicto que se produjo el domingo pasado, cuando lanchas iraníes procedieron a un control de buques de guerra estadounidenses en el Golfo, lo que Estados Unidos calificó días atrás de provocación. “Anunciamos con calma que era un procedimiento de rutina, pero decidieron convertirlo en otro asunto”, explicó Hosseini.