EL MUNDO › TRAS LA CAIDA DE LA COALICION DE CENTROIZQUIERDA DE PRODI
El presidente disolvió el Congreso y llamó a elecciones generales para el 13 y 14 de abril. La Unión ya no existe.
Italia ya tiene fecha y candidatos para las próximas elecciones. Después de dos semanas de frustrados esfuerzos para instalar un gobierno interino, el presidente Giorgio Napolitano tuvo que disolver ayer las dos cámaras del Parlamento y llamar a comicios generales. Serán el 13 y 14 de abril próximo y en ellos se elegirán cerca de mil diputados y senadores. Por ahora todas las encuestas señalan como favorito al ex primer ministro y magnate de los multimedios Silvio Berlusconi y a su coalición La Casa de las Libertades. La proyección de la centroizquierda, en cambio, no es tan clara. Ayer el alcalde de Roma y sucesor de Romano Prodi, Walter Veltroni, anunció que La Unión no va más. El Partido Democrático (PD), la mayor fuerza de la coalición progresista, se enfrentará solo a Il Cavaliere en las urnas. Los pronósticos no son buenos.
Finalmente la intransigencia de Berlusconi pudo más que las ofertas de la centroizquierda y los ruegos de los sindicatos, los empresarios y hasta la Iglesia Católica. Ayer un compungido Napolitano se enfrentó a las decenas de micrófonos que lo esperaban en el Palacio del Quirinale y dio la noticia que todo el país esperaba. “Lamentablemente tengo que tomar una decisión que llevará de nuevo a los electores a las urnas antes de poder cambiar la ley electoral”, señaló. Cuando el gobierno de Prodi cayó hace dos semanas, el presidente italiano había sido muy claro al asegurar que el país no podía salir de la crisis política con la actual ley electoral. Herencia del último gobierno de Berlusconi, esta norma privilegia las grandes y heterogéneas coaliciones y les da un poder sobredimensionado a los partidos más pequeños. Tan es así, que Prodi cayó por decisión de dos fuerzas que juntas no llegaban a sumar un cinco por ciento.
El presidente del Senado, Franco Marini, intentó convencer a Il Cavaliere esta última semana de que, con la actual ley, el próximo gobierno tendrá los mismos problemas que tuvo La Unión y Prodi. Pero el ex premier no lo escuchó y ayer recibió su primera recompensa. Además de la ventaja de diez puntos porcentuales que le dan los sondeos por sobre cualquier candidato, Berlusconi tiene a su favor que la centroizquierda irá dividida.
Su gran rival será Veltroni. Con sus 53 años, el popular alcalde de Roma es visto como la mejor apuesta para el recambio generacional en la política italiana. El promedio de edad de los mandatarios de las potencias europeas –Angela Merkel en Alemania, Nicolas Sarkozy en Francia, José Luis Rodríguez Zapatero en España y Gordon Brown en Gran Bretaña– ronda los 55 años. Italia viene siendo la excepción. Prodi tiene 68 años y Berlusconi, quien gobernó el país durante toda la década de los noventa, va camino a los 72.
Y como parte de ese recambio generacional, Veltroni quiere romper con la vieja tradición de las coaliciones que van desde el centro moderado a los extremos más radicales. Por eso, ayer anunció que irá solo, sin los comunistas, ni los Verdes ni la Izquierda Democrática. “Esto no se ha hecho nunca en Italia. Si un ciudadano vota al Partido Democrático, sabrá que hay posiciones claras, unívocas y que no deberemos mediar entre 18 partidos”, explicó el alcalde de Roma, quien pronto renunciará para lanzar su campaña electoral. Veltroni sabe que es casi imposible quedarse con la mayoría de las cámaras, pero sí aspira a ser el partido más votado, incluso por encima del de Berlusconi, Forza Italia.
El martes los partidos de izquierda habían hecho un último intento para mantener la coalición entera. Lo llamaron a Veltroni y le pidieron una reunión. La respuesta del alcalde de Roma fue contundente. “Nos dijo que no quiere hablar”, le contó a este diario el senador de Refundación Comunista José Luiz del Roio. Hace una semana, el legislador había adelantado que se encolumnarían detrás de Veltroni en las próximas elecciones, a pesar de las diferencias ideológicas que mantienen con el dirigente moderado.
El distanciamiento entre el PD y la izquierda podría acentuarse aún más después de las elecciones. El diario italiano Il Manifesto publicó ayer que Veltroni podría estar terminando de afinar un acuerdo con Il Cavaliere para aprobar en los primeros meses del próximo gobierno la reforma electoral y otras leyes que quedaron estancadas. “Pero no va a funcionar”, sentenció el senador Del Roio. “¿Por qué aceptaría Berlusconi un trato, si Veltroni ya le va a haber entregado una cómoda mayoría en el Parlamento?”, agregó el dirigente comunista.
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