“Centro Internacional de Prensa”, es el nombre pomposo que los impulsores del referéndum dieron a la sala dispuesta en el Hotel Santa Cruz para los 400 periodistas acreditados (70 extranjeros) en la elección de este domingo. Fracasadas las gestiones con la OEA, la Unión Europea y cuanta puerta de organismo internacional golpearon para traer algún “observador internacional”, los autonomistas tuvieron que conformarse con la prensa atraída por los anuncios de “la segunda república” formulados por el prefecto Rubén Costas. Recogieron el guante algunas ONG y empresas, como la Human Rights Foundation (organización de derechos humanos de derecha. No confunda con Human Rights Watch), la Fundación Daniels Hammant, la Organización Demócrata Cristiana de América, Mora y Araujo & Asociados Comunicación Institucional S.A. y un representante de la Unión de Partidos Latinoamericanos.

El presidente de la Corte Departamental Electoral (CDE), Mario Orlando Parada, juntó a los periodistas para contarles: “Por primera vez en la historia de Bolivia se hace un referéndum departamental. Lo permite la ley marco de referéndum de la Constitución actual”. Su esposa, Julita Gutiérrez de Parada, es presidenta del Comité Cívico Femenino. Esta rama del Comité Pro Santa Cruz está abocada a regalar banderas departamentales y a mandar mails donde piden “no asistir a los recintos con distintivos de Autonomía. Para que no anulen su voto”. Y recomiendan “de preferencia todos ir vestidos de blanco. En señal de paz”. El mismo Parada es acusado de haber pertenecido –en años mozos– a la Falange Socialista Boliviana (FSB), un grupo cruceño filonazi enemigo de todo lo que huele a “comunismo”.

Consultado por la falta de observadores internacionales, Parada puso gesto adusto: “Si la pregunta de usted es por qué no está la OEA y la ONU y la Unión Europea, yo le voy a decir por qué: para invitarlos a ellos hay que hacerlo por la Cancillería y la Cancillería no se lleva bien con Santa Cruz”.

La Corte Nacional Electoral tampoco se lleva bien con Santa Cruz. Por eso la Corte cruceña quedó sin sistema para contar votos. Lo solucionó tercerizando. Cerca de 130 mil pesos argentinos le costó a la prefectura contratar como consultor a Miguel Serrano, ex director de Informática de la CNE, despedido hace poco.

Hoy no faltarán observadores autóctonos: confirmaron su asistencia los vocales de las cortes electorales de Beni, Pando y Tarija, la Confederación de Profesionales de Bolivia, la Federación de Profesionales de los departamentos de Beni, Cochabamba, Chuquisaca y de Oruro. Además habrá delegados del Colegio de Abogados de Santa Cruz, la Asociación de las Naciones Unidas de Bolivia (Anubol), Mecanismo Departamental de Control Social, la Federación de Profesionales de Santa Cruz y la Organización por Convicción Propia.

Ayer pasó por la sala de prensa Rubén Costas, quien esbozó qué pasará mañana: “No pongamos fechas tan fatídicas y no digamos que a partir del lunes cambia todo en el país porque será un día más. No hay que crear falsas expectativas porque lo que estamos dando son pasos”. Y detalló: “Primero hay que esperar los resultados de la CDE, hasta el 26 de este mes. Después habrá que ver qué sucede con los referendos en las otras regiones”. Las consultas en los otros departamentos de la “Media Luna” (Beni, Pando y Tarija) se desarrollarán hasta el 22 de junio. Entonces, los prefectos opositores se sentarán a negociar con el gobierno.