Más de dos mil personas marcharon ayer por el centro de Johannesburgo en protesta contra la ola de ataques xenófobos que se cobraron la vida de al menos 44 inmigrantes en las últimas dos semanas. Agitando pancartas con leyendas como “Todos somos zimbabwenses” o “La xenofobia hiere como el apartheid”, los manifestantes atravesaron el centro comercial de la ciudad y llegaron hasta una iglesia que acoge a cientos de inmigrantes ilegales procedentes de Zimbabwe. Entre los que marchaban había sudafricanos, pero también inmigrantes de Zimbabwe, Kenia, Camerún, Mozambique y Angola. Ellos se diferenciaban con remeras con la palabra “amakwerekwere” (extranjero). Mientras tanto, la violencia continuaba en distintas partes de la capital. Por primera vez desde que se desplegó el ejército para ayudar a la policía a controlar los disturbios, un soldado mató a un hombre sudafricano en un barrio en el este de Johannesburgo. “Al parecer un hombre estaba atacando a una mujer. Nuestros hombres se interpusieron y él apuntó el arma contra ellos”, explicó el general Kwena Mangope, descartando cualquier vínculo con la ola de xenofobia que tiene en alerta al país entero. Según el último balance oficial, los inmigrantes desplazados ya superarían los 17 mil.