Desde La Paz

Hace una semana que no da la cara en los actos de campaña ni en la televisión. Jorge “Tuto” Quiroga, el ex presidente y líder de la oposición que hizo posible la aprobación de los referéndum revocatorios en Bolivia, parece haberse esfumado en medio de la crisis política y las críticas de sus compañeros. Esta semana un diputado y dos constituyentes rompieron con su partido, Podemos, por la “falta de patriotismo” que habría mostrado Tuto al acordar los referéndum con el gobierno de Evo Morales.

En diálogo exclusivo, el líder de la mayor fuerza de la oposición en el Congreso defendió su decisión. “Al situar el revocatorio en el debate político, las posibilidades de imponer el texto constitucional han menguado considerablemente”, explicó. Fiel a su discurso, Tuto no cuestionó las políticas sociales del gobierno de Morales ni los cambios de fondo de la nueva Constitución, sino que cargó toda su artillería contra el presidente venezolano Hugo Chávez. Lo acusó de controlar al gobierno boliviano, a los países vecinos e incluso a la OEA.

–¿El referéndum revocatorio va a solucionar algo o va a añadir más elementos de conflicto en Bolivia?

–El referéndum es una más de las fases de una larga batalla contra un proyecto totalitario que, bajo el influjo de Hugo Chávez y siguiendo su receta, se quiere imponer con una Constitución centralista, que aniquila la propiedad privada, destruye la libertad de expresión, descompone y destruye todas las instituciones bolivianas para perpetuarse en el poder.

–¿Por qué Podemos, su partido, apoyó la convocatoria a este referéndum en medio del polémico proceso de elaboración de una nueva Constitución?

–Lo hicimos por una decisión política. Para que no se imponga una Constitución que podía mandar a mi país, Bolivia, al fondo de un pozo por los próximos 20 o 25 años. Al situar el revocatorio en el debate político, las posibilidades de imponer el texto constitucional han menguado considerablemente. No digo que sea imposible pero es muy difícil, pase lo que pase en los resultados del referendo.

–¿Pero no puede suceder lo contrario y que se acelere la aprobación del texto constitucional si Morales se siente respaldado en las urnas?

–Es descabellado que el gobierno piense en tratar de imponer su Constitución. Está claro que después del domingo vamos a tener que sentarnos con el gobierno, los que hemos luchado por las autonomías, encabezados por los prefectos que personalizan esa aspiración, y la oposición representada en el Congreso para buscar un pacto constitucional, autonómico y con inclusión social. Eso, si el gobierno reacciona con mesura y deja de escuchar y de someterse a Chávez.

–¿Cuánto poder le atribuye al presidente de Venezuela en Bolivia?

–Bolivia es un satélite puro, absoluto y completo del modelo chavista, y es triste decirlo. Como lo es el gobierno de Nicaragua, como Ecuador, varios países del Caribe y como lo va a ser el gobierno de Paraguay, lamentablemente. Estos son los países “petrocomprados” y dominados. Luego están los países “petrohipotecados” como Argentina, y aquellos “petronecesitados” del Caribe, que requieren de petróleo. Con el barril de petróleo a 120 dólares él hasta controla la OEA y a su secretario general. El poder de Chávez es tan grande que esperar a que la “comunidad internacional” reaccione es como pedir peras al olmo.

* De El País de Madrid. Especial para PáginaI12.