Estados Unidos removió ayer a su principal comandante militar en Afganistán menos de un año después de haberlo nombrado en el puesto. Así, el general David McKiernan, que había asumido el mando en junio de 2008 en un país donde desde hace por lo menos un año los talibán no pararon de ganar terreno, fue reemplazado por el general Stanley McChrystal, ex comandante de operaciones especiales y actual director del estado mayor conjunto. Según diversos analistas, el relevo sugiere no sólo que McKiernan ya no dispondría del capital de confianza necesario, sino que Estados Unidos estaría replanteándose nuevamente su accionar en el país asiático. Las palabras de Robert Gates, secretario de Defensa, así parecieron confirmarlo. “Nuestra misión allí exige nuevos enfoques de parte de nuestras autoridades militares”.