“Ese gobierno da vergüenza, está dirigido por irresponsables de la más grande calaña que yo nunca he visto.” Categórico e irritado, el presidente Hugo Chávez anunció ayer un nuevo congelamiento de las relaciones bilaterales con el gobierno colombiano. La tensión entre los dos países había crecido en los últimos meses, pero terminó por explotar esta semana, cuando Bogotá acusó a su vecino de proveer de armas a las FARC, la principal guerrilla colombiana. “La próxima agresión que haya contra Venezuela, nosotros simplemente romperíamos relaciones con el gobierno de Colombia de todo punto de vista”, amenazó Chávez. El mandatario venezolano también advirtió que podría expropiar las empresas colombianas y cortar todo el comercio con el país vecino, lo que significaría unos 2600 millones de dólares de importaciones anuales. “No son imprescindibles para nosotros, podemos conseguirlas de muchos países como Brasil”, señaló.