La canciller de Alemania, Angela Merkel, lamentó ayer la muerte de civiles en Afganistán por el bombardeo de aviones de la OTAN solicitado por el mando militar alemán el viernes pasado. “Lamento profundamente todas las personas inocentes muertas o heridas, incluidas las que lo fueron por acciones de los alemanes”, dijo la líder conservadora en una declaración de gobierno durante una sesión especial del Parlamento en Berlín. Merkel prometió una investigación exhaustiva sobre el ataque que cosechó criticas nacionales e internacionales. Pero la canciller alemana se negó a condenar el bombardeo cerca de Kunduz con decenas de muertos, a la espera de las conclusiones de una investigación oficial. Ayer también la OTAN reconoció que hubo civiles entre los muertos y los heridos, pero no reveló cuántos. La operación, que dejó entre 56 y 150 muertos, según diferentes fuentes, dio lugar en Alemania y en el mundo a declaraciones contradictorias sobre el número de víctimas, la presencia o no de civiles entre los muertos, y la pertinencia de la operación, a tres semanas de las elecciones generales en las que Merkel aspira a la reelección.