La misión holandesa en Afganistán tiene fecha de retirada. Después de que el gobierno de centroizquierda colapsara por las diferencias sobre el futuro de las tropas en ese país, el primer ministro democristiano Jan Peter Balkenende dijo que los soldados se irán “como estaba planeado”. Será a fines de este año.

Balkenende presentó anteayer la dimisión de su gobierno a la reina Beatriz, en comunicación telefónica, ya que se encuentra de vacaciones en Austria, por discrepancias con sus socios laboristas sobre la permanencia de las tropas hasta 2011. El premier y su ministro de Relaciones Exteriores, Maxime Verhagen, habían sido presionados, en particular por Estados Unidos, para que mantuviesen la misión en Afganistán. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, pidió a Holanda en una carta del 4 de febrero que deje las tropas en Uruzgán hasta agosto de 2011, en una misión encargada de formar a las fuerzas de seguridad afganas.

El socio laborista y ministro de Finanzas, Wouter Bos, se había afirmado en la promesa electoral de 2006 de fijar la salida de los soldados para diciembre de este año. Sus detractores señalaron que Bos aprovechaba la situación de desacuerdo a dos semanas de las elecciones municipales cuando su partido está cayendo en los sondeos.

Presente en Afganistán desde 2006, Holanda tiene desplegados 1950 soldados, esencialmente en Uruzgán, una provincia del sur del país en la que los combatientes talibán son muy ofensivos. Su retirada debe comenzar en agosto y terminar a fines de año, según una decisión tomada en 2007 por el gobierno y ratificada por los diputados. En total, 21 soldados holandeses han muerto en Afganistán.

Según informó el vocero de Interior, Vincent van Steen, se convocarán elecciones legislativas anticipadas “probablemente antes del verano (boreal), a más tardar en junio”. Los próximos comicios legislativos debían celebrarse en marzo de 2011.

Si bien el factor Afganistán fue desencadenante, las diferencias al interior del gobierno venían de antes, por ejemplo en torno de los recortes presupuestarios y en materia social. Incluso el premier había recibido una moción de censura por la participación holandesa en la otra guerra que encabeza Estados Unidos: Irak.