Al Qaida amenazó de muerte ayer a los iraquíes que participen en las elecciones legislativas del domingo y declaró un “toque de queda” para impedir que se realicen los comicios, juzgados como cruciales para el país. “El Estado islámico (...) declara que el que salga de su domicilio para participar en esta jornada, desafiando la ley de Dios y sus claras advertencias, se expone desgraciadamente a su ira y a todo tipo de armas de los muyaidines”, afirma el brazo iraquí de Al Qaida en un comunicado publicado en páginas de Internet islamistas, según el centro de monitoreo de sitios islamistas SITE.

“El Estado islámico declara un toque de queda para el día de las elecciones, desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde, en todo Irak y especialmente en las regiones sunnitas”, indicó. Al Qaida y el grupo extremista Ansar al Sunna habían amenazado hace unos días con torpedear las elecciones.

El miércoles y el jueves una serie de ataques, en su mayoría atentados suicidas perpetrados con la marca de Al Qaida, dejaron unos 50 muertos, en Bagdad y Baquba. Ayer, día de plegaria para los musulmanes, los alminares de las mezquitas y los imanes en sus sermones llamaron a los iraquíes a votar, incluso en las regiones sunnitas que habían boicoteado en gran medida las elecciones de 2005, las primeras tras la invasión.

La participación de los sunnitas es esencial para estas elecciones, que se espera marquen el retorno de esa comunidad al escenario político. En Baquba, ciudad de mayoría sunnita situada 60 km al norte de Bagdad, los altavoces de los alminares resonaban para pedir a los habitantes que acudieran a las mesas electorales.

“Debéis ir a los centros de votación y depositar vuestro voto en la urna, ya que de eso depende nuestro porvenir”, dijo ante los fieles el jeque Abdel Rahman Al Jurari, en la mezquita sunnita del centro de la ciudad.

En Ramadi, capital de Al Anbar, que fuera bastión de la insurrección sunnita tras la invasión de Irak por el ejército norteamericano en 2003, los imanes instaron también a la participación. “Debéis ser los actores del cambio. Es vuestra oportunidad para construir el futuro de Irak”, dijo Jaled Suleiman, imán de la mezquita al Dawla al Kabir, del centro de Ramadi.

En la ciudad santa de Kerbala, los imanes chiítas insistieron también ante los fieles para que éstos fueran a votar. “Las altas autoridades religiosas recalcan la importancia de votar en las elecciones”, declaró Ahmed al Safi, representante del gran ayatolá Ali Sistani, de Kerbala, calificando los comicios de “cuestión vital”.

En tanto, en la región semiautónoma del Kurdistán (norte) se registraron enfrentamientos en Halajba entre partidarios de la lista disidente Goran (Cambio) y los de la rival Alianza Kurda. Cinco personas resultaron heridas, según los servicios de seguridad.

El domingo, unos 19 millones de iraquíes deben acudir a las urnas en las 18 provincias para participar en las segundas elecciones legislativas desde el derrocamiento de Saddam Hussein en 2003 por una coalición liderada por Estados Unidos.

Por miedo a atentados, los comicios están bajo una estricta vigilancia. Sólo en Bagdad, unos 200.000 policías y soldados serán movilizados el domingo y la circulación de vehículos estará prohibida en las ciudades.