El festejo de la Navidad se vio transformado por la coyuntura que vive Venezuela: la oposición convocó a una “Misa por la Paz” en Nochebuena, con miles reunidos en el este de Caracas y además a un “gran cacerolazo nacional de gallo”, cumplido ayer el día 24 de huelga ininterrumpida en reclamo de la salida del presidente Hugo Chávez. En tanto, el oficialismo realizó un “gaitazo navideño” frente a la sede de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). En este marco, la oposición tildó de “actitud inamistosa con la sociedad democrática” un posible abastecimiento gasolinero que daría el futuro gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula da Silva y de misión “parcializada” la de su enviado Marco Aurelio García, quien reveló que Chávez gestiona internacionalmente un grupo de apoyo de países amigos para hacer frente a la crisis política de su país.
La oposición sindical-patronal conglomerada en la Coordinación Democrática criticó la actitud del enviado de Lula a Caracas, Marco Aurelio García, contra las protestas cívicas que buscan presionar a Chávez para que renuncie a su cargo o adelante las elecciones. El dirigente opositor, Timoteo Zambrano señaló que protestará contra la misión del hombre de Lula. Zambrano censuró las declaraciones de García contra la oposición venezolana, así como un eventual ofrecimiento petrolero del nuevo gobierno de Brasil –en funciones desde el 1º de enero– para enfrentar las dificultades causadas por la huelga general que ha paralizado a la industria petrolera.
La huelga en PDVSA “ha arrojado pérdidas de 1.300 millones de dólares desde que comenzó el paro”, admitió su presidente Alí Rodríguez. No obstante, éste afirmó que las exportaciones de crudo venezolano se normalizarán el mes próximo, en una entrevista publicada ayer por The New York Times. Asimismo, la Armada tomó el control de un buque petrolero más, el “Moruy”, sin carga y fondeado en el occidental lago de Maracaibo, mientras el colegio de marinos mercantes denunció que 90 de sus colegas han sido detenidos por el gobierno. Chávez había ordenado detener a quien interfiera en su esfuerzo apoyado por las fuerzas armadas para restablecer la actividad petrolera. Por su parte, los dirigentes opositores denunciaron que Chávez ya puso en marcha su anunciada “limpieza” en el holding estatal con el despido de casi 100 ejecutivos de la corporación que apoyaron la huelga.
Chávez, vestido con un suéter rojo, pantalones tejanos y zapatos deportivos, y al lado de una de sus hijas y numerosos pequeños, envió un corto mensaje navideño a su país, a través de la cadena estatal Venezolana de Televisión. El presidente, con la imagen del Niño Jesús entre sus manos, recordó que la fecha significa “la llegada del Cristo Redentor hecho niño y luego hecho hombre” y no hizo alusión alguna a la crisis nacional. Sus seguidores recibieron regalos en una jornada oficialista frente al palacio presidencial de Miraflores y organizaron un “gaitazo navideño” frente a la sede de PDVSA, en el barrio caraqueño La Campiña, convertido desde el inicio del paro en bastión chavista. La celebración continuó en la capital con una “patinata navideña”, en la central avenida Libertador.