El Foro Social de Sao Paulo (FSP) comenzó ayer con un espaldarazo a Manuel Zelaya, el presidente hondureño derrocado a mediados del año pasado. Los partidos y las organizaciones políticas de izquierda mantendrán reuniones hasta el viernes, cuando se conocerá la declaración final del encuentro. “El Foro rechaza el golpe en Honduras, rechaza al gobierno de Porfirio Lobo, elegido en una situación de ilegitimidad, y reconoce a Zelaya”, sostuvo Walter Pomar, dirigente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil. “Nuestro país sufre las inclemencias del ascenso al poder de una oligarquía criminal”, dijo Zelaya, que está actualmente en Buenos Aires participando del encuentro. El mandatario exiliado en República Dominicana denunció que en Honduras se aplican la represión, la tortura y la muerte. “Es una lógica del terrorismo de Estado para que el pueblo no pueda organizarse”, remarcó. Según el documento base sobre el que discuten los asistentes al FSP, el golpe en Tegucigalpa tuvo varios objetivos: eliminar a un gobierno progresista, imponer a un representante de los intereses de la oligarquía y golpear a las fuerzas populares que sostienen una alternativa antineoliberal. El FSP apunta a no ceder ningún espacio a la derecha, profundizar los cambios que se han dado en la región y acelerar el proceso de integración. “Hoy, cuando los proyectos populares de América latina tienen mejores condiciones que hace sólo una década, para marchar en dirección a una nueva sociedad, con justicia, equidad y soberanía, el FSP reafirma su compromiso con el internacionalismo, con la democracia, con un desarrollo que sea respetuoso con el medio ambiente, con la planificación democrática, con la propiedad pública de los principales medios de producción, con el socialismo”, enumeraron. El Foro surgió en los años ’90 como una respuesta de las organizaciones progresistas al modelo neoliberal.