El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió ayer que su gobierno no cumplió la promesa electoral de cerrar la cárcel en la base militar de Guantánamo, que acoge a combatientes enemigos. En rueda de prensa en la Casa Blanca, Obama indicó que su gobierno continúa trabajando para lograr el cierre de ese centro de detención, que alberga a cerca de 180 presos sospechosos de terrorismo, aunque no fijó ninguna fecha para lograr ese objetivo. Tras su llegada a la Casa Blanca, el presidente prometió que cerraría Guantánamo en su primer año de mandato. Esa promesa no se vio cumplida y no resulta claro si su gobierno logrará clausurar el centro de detención antes de que expire el mandato presidencial, en enero de 2013. “Hemos logrado hacer realidad muchas de nuestras promesas de campaña. Pero una en la que hemos fracasado es la clausura de Guantánamo”, dijo el mandatario. “No es porque no lo hayamos intentado. Es porque la política que conlleva es complicada”, afirmó. Obama expresó su fe en el sistema judicial estadounidense, al que consideró capaz de enjuiciar, condenar y mantener encarcelados a los terroristas que ataquen Estados Unidos.