La distinción del encarcelado disidente chino Liu Xiaobo con el Premio Nobel de la Paz en Oslo contó ayer con gran aprobación en el mundo, desde el presidente estadounidense, Barack Obama, hasta el flamante Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.

Obama, ganador de ese premio el año pasado, saludó este viernes la distinción a Liu Xiaobo, llamando además al gobierno chino a liberarlo, un año después de haberlo recibido él mismo. “Al conceder el premio a Liu, el Comité Nobel eligió a alguien que ha sido un portavoz elocuente y valiente para el avance de los valores universales a través de medios pacíficos y no violentos, como su apoyo a la democracia, los derechos humanos y el estado de derecho”, dijo Obama.

El primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, dijo ayer que la decisión “da un poco de luz a la situación de los derechos humanos en China y subraya los lazos entre desarrollo, democracia y derechos humanos universales”. China ha mejorado su situación económica y social, dijo el primer ministro. “Pero aún hay desafíos que necesitan ser abordados con respecto a los derechos humanos universales”, agregó.

En tanto, el presidente estadounidense elogió la elección de Liu y pidió su liberación. “Liu ha sacrificado su libertad por sus convicciones”, dijo Obama respecto del activista. Lui trabaja de forma “valiente” y “pacífica” a favor de la democracia y los derechos humanos, agregó. “Pido que su liberación ocurra tan pronto como sea posible.”

Amnistía Internacional (AI) pidió a la comunidad internacional que ejerza presión para que China ponga en libertad a Liu Xiaobo y a los demás presos políticos en el país, quienes sólo están encarcelados por haber ejercitado su derecho a la libertad de expresión, subrayó AI. “Esperamos que (la concesión del Nobel a Liu) mantenga el foco de atención sobre la lucha por las libertades fundamentales y la protección concreta de los derechos humanos, a la que han dedicado sus esfuerzos Liu Xiaobo y otros muchos activistas en China”, declaró Catherine Baber, representante de AI en China.

Por su parte, Vargas Llosa destacó la lucha por las libertades del hombre premiado. “Me parece una magnífica noticia porque muchas veces se olvida que China, que está alcanzando unos éxitos económicos extraordinarios, sigue siendo una dictadura y bastante monolítica”, afirmó Vargas Llosa en una entrevista con el canal de televisión peruano Frecuencia Latina. “Creo que es un homenaje a todos los disidentes chinos y a todos los chinos que quisieran que el progreso en China fuera no sólo económico, sino político”, añadió.

Varios disidentes chinos saludaron ayer el galardón, señalando que aumentará la presión sobre la cúpula de Pekín en la lucha a favor de los derechos humanos. “Es un apoyo para el movimiento democrático”, dijo el activista Yao Lifa. “La comunidad internacional muestra que se preocupa por los que trabajan con el movimiento democrático y quieren impulsar los derechos humanos”, agregó. El opositor Bao Tong no se mostró muy sorprendido por el galardón. “Claro que se lo merece”, dijo el ex asesor de Zhao Ziyang, el jefe del partido reformista alejado del poder en 1989. “Demuestra que los esfuerzos de los ciudadanos chinos por hacer valer sus derechos se han ganado la comprensión, la atención y el apoyo de la comunidad internacional.”

El líder espiritual de los tibetanos y Premio Nobel de la Paz en 1989, el Dalai Lama, dijo que con el premio la comunidad internacional honra “las voces cada vez más fuertes” de la población china que piden reformas políticas en el país, según un comunicado difundido ayer en Dharamsala, en el norte de la India, donde está exiliado el Dalai Lama. Las reformas podrían convertir a China en un país “armónico, estable y exitoso”, que haga un importante aporte para la paz mundial, agrega el texto.

También Taiwan felicitó ayer a Liu, en un gesto delicado que podría tensar las relaciones con el gobierno de Pekín. La oficina presidencial en Taipei emitió un comunicado en el que congratulaba a Liu por el galardón obtenido por su defensa de los derechos humanos en China. El presidente de Taiwan, Ma Ying-jeou, cercano al gobierno de Pekín, pidió también en el comunicado a China que impulse mejoras en el ámbito de los derechos humanos.

“El desarrollo económico de China ya es admirable, y si (el país) puede hacer progresos y avances en asuntos de derechos humanos, ayudará a alcanzar su objetivo de un ascenso pacífico con el reconocimiento del pueblo de Taiwan y de la comunidad internacional”, apunta el texto.

La Unión Europea y varios de sus países se sumaron a las congratulaciones. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, habló de “un fuerte mensaje de apoyo a todos aquellos en el mundo que, muchas veces con grandes sacrificios personales, luchan por la libertad y los derechos humanos”. Alemania se sumó a las felicitaciones. “Merece todo mi respeto por su valor para defender pacíficamente los derechos humanos en su país”, subrayó el presidente de Alemania, Christian Wulff. “El gobierno alemán desea que sea puesto en libertad y pueda recoger él mismo este premio”, añadió por su parte el portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert.

Francia, España y Gran Bretaña también mandaron felicitaciones. “Esta decisión representa la defensa de los derechos humanos en todo el mundo”, afirmó en una declaración el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner.