Por Richard Norton-Taylor
y Anne Perkins *
Desde Londres

Esta semana, el gobierno británico aumentará los preparativos militares contra Irak con el envío de una brigada armada al Golfo. Mientras, el gobierno insiste con que Saddam Hussein es una amenaza tan grande como los terroristas extremistas islámicos. Se espera que Geoff Hoon, el secretario de Defensa británico, anuncie el despliegue de miles de tropas terrestres, que tendrán el apoyo de los tanques y la artillería de la 7ª Brigada Armada con sede en Alemania. Más de 14.000 efectivos armados con 150 tanques de combate Challenger 2 están listos para partir. El portaaviones HMS Ark Royal y el portahelicópteros HMS Ocean ya están camino al Golfo con comandos del cuerpo de marines reales a bordo.
Si, como se espera, a los 3000 comandos marines que se desplegarán en el Golfo se les unen los paracaidistas de la 16ª Brigada de Ataque Aéreo, Gran Bretaña podría tener una fuerza de alrededor de 30.000 hombres y mujeres armados y listos para ir a la guerra contra Irak a fines de febrero o principios de marzo. Para declarar la guerra, los inspectores de armas de la ONU no necesitan encontrar una “pistola humeante” que pruebe que Irak todavía tiene armas de destrucción masiva, dijo ayer Hoon en un reportaje del diario inglés The Sunday Telegraph. El canciller Jack Straw dijo que hoy expondrá ante el Consejo de Seguridad de la ONU la relación que hay entre los “estados paria” y el terrorismo internacional.
“Tenemos que exponer la conexión entre los terroristas que no respetan ninguna regla y los estados que tampoco las respetan”, declarará Straw mañana. Y argumentará que “las acciones para detener la proliferación de los estados paria” son tan urgentes como las medidas para detener el terrorismo. A pesar de que las agencias de inteligencias occidentales dicen que no hay evidencia de ningún vínculo entre Saddam y Al-Qaida, los ministros aseguran ahora que son parte del mismo problema: la proliferación de armas nucleares, químicas y biológicas.
De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: M. B.