En junio de 1995, un grupo de rebeldes chechenos tomó por asalto un hospital en la ciudad de Budiénnosvsk, con más de mil personas en su interior, a las que convirtieron en rehenes. Durante el ataque de un comando ruso para desbaratar la toma, murieron cien rehenes.

Entre agosto y septiembre de 1999, una batería de cinco atentados dejó un saldo de 293 muertos en toda Rusia. El más importante de los ataques es la detonación de una bomba en un edificio al sudeste de Moscú, en el que murieron 118 personas.

En octubre de 2002, un comando checheno con armas y explosivos toma más de 800 rehenes en el teatro moscovita Dubrovka. Las tropas rusas lanzan un ataque, en el cual murieron 130 personas.

En julio de 2003, un doble atentado cometido por mujeres que se inmolaron, atribuido a rebeldes independentistas del Cáucaso Norte, dejó 15 muertos y unos 50 heridos en un concierto de rock en Moscú.

En diciembre de 2003, 46 personas murieron en la explosión de un tren en el sudoeste ruso. El ataque, otra inmolación, fue reivindicado por el entonces jefe de guerra checheno Shamil Basayev.

En febrero de 2004, la explosión de un conjunto de bombas en el metro de Moscú provocó la muerte de 41 habitantes. El ataque fue reivindicado por Gazotan Murdash, un grupo checheno desconocido.

En agosto de ese año dos mujeres con bombas amarradas a sus cuerpos lograron abordar dos aviones tras sobornar a los servicios de seguridad aeroportuarios. Se hicieron estallar en pleno vuelo, mientras las naves transitaban el espacio aéreo del sudeste y sur de Moscú. Provocaron el fallecimiento de 90 personas. A fin de mes, otro ataque suicida en la estación central de Rizhsaia, en la capital rusa, acabó con la vida de 10 personas e hirió a otras 51.

En septiembre, un comando prochecheno tomó más de mil rehenes en una escuela de Beslan, en la república caucásica rusa de Osetia del Norte. Las fuerzas de seguridad de Moscú lanzaron una operación rescate, en la cual murieron más de 330 personas.

En noviembre de 2009, el descarrilamiento de un tren de la línea Nevsky Express, con recorrido desde Moscú a San Petersburgo, provocado por la explosión de una bomba, dejó un saldo de 28 muertos.

En marzo de 2010, 40 personas murieron en un doble atentado con explosivos en el subte de Moscú, atribuido a dos mujeres kamikazes.

En septiembre de ese año, un coche bomba explotó en Vladikavakaz, en Osetia del Norte, y mató a 17 rusos.