Después de una jornada marcada por los enfrentamientos entre quienes apoyan a Hosni Mubarak y quienes piden su salida, el flamante vicepresidente egipcio, Omar Suleiman, llamó a los ciudadanos a volver a sus hogares. “Convoco a todos los ciudadanos a responder favorablemente al llamado de nuestras fuerzas armadas a regresar a casa y a respetar el toque de queda a fin de apoyar los esfuerzos del Estado para volver a la calma y la estabilidad”, dijo. “Los participantes en estas manifestaciones transmitieron su mensaje. El diálogo con las fuerzas políticas requiere el cese de las manifestaciones”, apuntó. En tanto, el primer ministro egipcio, Ahmed Shafiq, amenazó ayer con renunciar después de ser testigo de la represión que tuvo lugar en la plaza Tahrir. Según publicó el sitio Al Doustour, el premier mantendría “divergencias graves de opinión”.