Cuando tenía 25 años, Henrique Capriles Radonski fue electo diputado por el ala más conservadora del partido socialcristiano Copei. Era 1998 y el joven Capriles Radonski se lanzaba de lleno a la política. Hoy, con 39 años, muestra su cara más moderada: se declara admirador del ex presidente brasileño Lula da Silva y hasta puede reconocerle logros al actual gobierno venezolano. “Chávez puso el tema de la pobreza en primer lugar, que era absolutamente necesario”, dijo al diario El Espectador. Aunque terminó la frase diciendo: “El gobierno se quedó corto en entender que todos los venezolanos merecemos mejor vida”. Cierto es que el candidato opositor no ha podido quitar una mancha de su pasado: durante el efímero golpe de Estado de abril de 2002 se lo acusó de formar parte del asedio a la embajada cubana.

Portar el doble apellido Capriles Radonski es pertenecer a la alta burguesía. Los Capriles son accionistas de medios de comunicación y los Radonski, de una cadena de cines. Nacido el 11 de julio de 1972 bajo el signo de Cáncer, Capriles Radonski aspira ganarle la presidencia a Hugo Chávez, un Leo auténtico. “Aquí el reto, lo que está frente a nosotros, es o el país que tenemos, de la violencia, del atraso, o el camino del progreso. Chávez plantea el camino del socialismo, yo planteo el camino del progreso”, dijo Capriles a la agencia española EFE.

El abogado se dice admirador, además de Lula, del sudafricano Nelson Mandela. Su figura “encaja perfectamente en el momento de Venezuela”, comentó el candidato Capriles Radonski, quien no encaja con la figura de Mandela: estuvo en prisión por haber participado de un supuesto intento de asalto a la embajada de Cuba en 2002. En ese momento, Capriles Radonski era alcalde del municipio de Baruta, Caracas, en donde estaba ubicada la sede diplomática. Recordada es la imagen de Capriles Radonski trepando por la escalera para tener un diálogo con los funcionarios cubanos, mientras una horda de manifestantes rompía los autos de diplomáticos y cortaba los cables de luz. El alcalde insistió con revisar las instalaciones para ver si se refugiaban dirigentes chavistas. La embajada denunció que Capriles Radonski desconocía el derecho internacional a brindar asilo. Capriles Radonski fue detenido y enviado a prisión durante cuatro meses. Más tarde fue absuelto por la Justicia venezolana. Diría de esa experiencia: “En la cárcel afiancé mis valores religiosos... soy un servidor de la Virgen”. A pesar de que su familia materna es judía, Capriles Radonski fue criado con los valores de la Iglesia Católica.

Tiempo después fue reelecto alcalde. Sin embargo, se volvió más popular para la derecha cuando en 2008 le ganó la gobernación de Miranda a uno de los principales dirigentes chavistas: Diosdado Cabello. Miranda es el segundo estado más poblado del país, con casi 3 millones de habitantes.

Durante la campaña a las internas de la oposición dio algunas definiciones. En cuanto al aborto, comentó: “Soy un defensor de la vida, pero estoy de acuerdo con el aborto terapéutico y cuando hay violencia”. Y sobre las drogas: “No estoy de acuerdo con su legalización”, dijo el candidato católico.

Leopoldo López, ex alcalde de Chacao, abandonó su candidatura para apoyarlo. Ambos habían coordinado el partido Primero Justicia hasta 2008. Ambos son jóvenes, lucen saludables y salen con chicas vistosas. Leopoldo López admitió que recientemente se reunió con el ex presidente colombiano Alvaro Uribe, a quien le pidió consejos en el tema seguridad. Durante el gobierno de Uribe, el ejército estuvo involucrado en asesinatos extrajudiciales.

En su afán de ganarle a Chávez el 7 de octubre, Capriles Radonski dice inspirarse en el modelo brasileño: “Considero que ese modelo le permitió a Brasil sacar de la pobreza a 30 millones de personas, pero además generar una economía que no es el Estado dando dinero sino el Estado siendo un promotor”. Capriles Radonski, oportunamente, ha moderado su discurso.

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