Es una nueva guerra transatlántica. Greg Dyke, director general de la BBC, abrió fuego ayer contra las cadenas de radio y televisión de EE.UU. por los excesos de patriotismo y la falta de objetividad de su cobertura de la invasión de Irak. “Tenemos que asegurarnos de que (los medios británicos) no sufrimos una americanización”, dijo Dyke, que centró sus críticas en la cadena de televisión Fox News Channel, propiedad del magnate Rupert Murdoch, y el gigante multimedia Clear Channel. Dyke se declaró “sorprendido” por el “compromiso político” asumido por Fox News y “escandalizado” al descubrir que la mayor cadena de radio de EE.UU. se había dedicado a convocar manifestaciones patrióticas a favor de la contienda, en alusión a Clear Channel, un grupo multimedia con 1225 emisoras de radio en EE.UU., que echó la culpa de todo a uno de sus locutores estrella, Glenn Beck. Pero dos cosas son claras: Fox es prácticamente una especie de Bush News, y la BBC teme su agresivo desembarco en playas británicas.