Hosni Mubarak estaba en coma anoche después que fuera llevado a un hospital militar en el sur de El Cairo a raíz de una trombosis. Su mujer, Suzanne, estaba a su lado en el hospital en Maadi. Los funcionarios oficiales dijeron que el derrocado autócrata tenía problemas respiratorios y los cardiólogos y neurólogos estaban de guardia. Inicialmente se dijo que el ex presidente, quien anteriormente este mes fue sentenciado a cadena perpetua por su rol en la matanza de manifestantes durante el levantamiento el año pasado, estaba en coma, pero asistido por un respirador artificial, pero los funcionarios dijeron que esto ya no era así y que su condición había mejorado. Ayer surgió una serie de informes contradictorios sobre la condición de Mubarak, cuando la agencia oficial afirmó que el ex presidente estaba “clínicamente muerto” después de ser transferido desde el hospital de la prisión.