El ejército dijo ayer tener pruebas de que dos de los cuatro cadáveres carbonizados retirados de una casa tras un ataque norteamericano en Mosul son los de Uday y Qusay, hijos del derrocado Saddam Hussein. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, dijo que “pronto” el gobierno dará a conocer las imágenes de los cadáveres de los hermanos. Por otra parte, otros dos soldados norteamericanos murieron en ataques ayer en Irak, uno cerca de Mosul y el otro cerca de Ramadi (oeste de Bagdad), elevando a 41 el número de militares estadounidenses caídos desde el primero de mayo, fecha en la que se declaró el final de las operaciones de combate. Mientras tanto, en una cuarta grabación sonora, que habría sido grabada el 20 de julio, y que se difundió ayer por el canal de televisión Al-Arabiya, Saddam Hussein exhorta una vez más a los iraquíes a “la yihad” (guerra santa) contra los ocupantes norteamericanos.
El principal comandante estadounidense en Irak, general Ricardo Sánchez, indicó ayer que los cuerpos de Uday y Qusay Hussein, fueron identificados gracias a archivos dentales. Los otros dos cadáveres retirados de la vivienda corresponden a Mustafá, hijo de Qusay, y un guardaespaldas de la familia, Abdel Samad. Entre los elementos utilizados para la identificación, Sánchez mencionó una radiografía que muestra la presencia de un objeto metálico en las piernas de uno de los cuerpos. Según el general, esa radiografía corresponde a las piernas de Uday, operado varias veces para que pudiera caminar otra vez tras el atentado sufrido en 1996.
“Estamos seguros en un 90 por ciento que efectivamente se trata de Uday”, declaró Sánchez. Las radiografías mostraron que el segundo cuerpo era el de Qusay. De todos modos, el general afirmó que las fuerzas norteamericanas continúan “la autopsia” para probar a los iraquíes que se trata sin dudas de los hijos de Saddam. El segundo del Pentágono, Paul Wolfowitz, señaló que las imágenes de los cuerpos de los hermanos “servirán para ayudar a que el pueblo iraquí vea que Estados Unidos no miente”.
Por otro lado, el Comando Central norteamericano (Centcom) anunció ayer la detención del ex comandante de la Guardia Republicana especial de Saddam Hussein, Barzan Al-Tikriti, que ocupaba el undécimo lugar en la lista de los 55 responsables iraquíes más buscados. Todavía se encuentran fugados 18 de esos 55 responsables –incluido el desaparecido líder iraquí–.
Mientras tanto, en una cuarta grabación sonora, que habría sido registrada el 20 de julio, es decir dos días ante de la muerte de Uday y Qusay Hussein y que se difundió ayer por el canal de televisión Al-Arabiya, Saddam Hussein exhorta una vez más a los iraquíes a “la yihad” (guerra santa) contra los ocupantes norteamericanos. La voz atribuida a Saddam Hussein, afirmando que la guerra no está terminada ni en el plano político ni en el plano militar”, se dirige a “los hombres de las fuerzas armadas y de la Guardia Republicana”, así como a los de “Seguridad Nacional”.
Ayer también murieron otros dos soldados norteamericanos en ataques enemigos, uno cerca de la ciudad de Mosul donde murieron Uday y Qusay Hussein cuando un artefacto explosivo estalló al paso de un vehículo militar, lo que causó la muerte del soldado e hirió a otros seis. El otro militar estadounidense murió y tres más resultaron heridos en un ataque similar registrado cerca de Ramadi (oeste de Bagdad).