EL MUNDO • SUBNOTA
“Un día estando en un hotel de Madrid con papá, atiendo el teléfono y alguien me dice: ‘Quiero hablar con Janguito, dígale que soy el general Juan Perón’. Yo no podía creerlo, pero era verdad, Perón estaba del otro lado de la línea para convidarlo a charlar en la residencia de Puerta de Hierro, creo que era a principio del ’73”, contó Goulart en otra entrevista con este reportero.
El apodo de Janguito surgió en los años ’50, cuando el joven ministro de Trabajo Goulart viajaba, a veces de incógnito a Buenos Aires, llevando mensajes de Getulio Vargas a Perón.
En los ’70 esa amistad recuperó bríos en el contexto del regreso de Perón a su país y la posibilidad de que Argentina se torne una plataforma territorial y política, desde donde Goulart organizara su vuelta a Brasil.
Goulart era una obsesión para los militares. Tanto que un año después del golpe de 1964, crearon el CIEX, un aparato de inteligencia que lo siguió por cielo y tierra, además de espiar a otros opositores al régimen, especialmente en América del Sur.
El inspirador de esa estructura fue el diplomático Pio Correia, un presunto agente de la CIA, quien llegó a desempeñarse como embajador en Argentina.
Un documento “secreto” del CIEX, obtenido por este diario ilustra el seguimiento de Goulart, así como el interés de la dictadura brasileña en sus vínculos con Perón.
“La conversación (Perón-Goulart) giró en torno de la situación brasileña y sobre las ideas de Juan Perón para la creación de un amplio movimiento latinoamericano de liberación cuyo epicentro se localizaría en Argentina”, dice un despacho fechado en 1973.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux