El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, un moderado que una semana atrás tomó juramento al nuevo gobierno de unidad palestino, tras reconciliarse con la facción islamista Hamas, puso expectativa en la jornada de oración por la paz. “Esperemos que esta jornada de oración de mente y corazón pueda ayudar a Israel a decidirse. Yo he firmado con Shimon Peres los acuerdos de paz en Oslo y en la Casa Blanca en 1993, pero por desgracia el poder ejecutivo está en manos de los opositores de estos acuerdos”, explicó Abbas en una entrevista al diario italiano La Repubblica. La imagen del presidente palestino se ha deshilachado con el tiempo, a medida que no se cumplía su promesa de conseguir que la negociación con Israel llegue a buen puerto.

“La invitación del Santo Padre ha sido valiente. Con esta oración mandamos un mensaje a todos los creyentes de las tres grandes religiones y a las otras de que el sueño de la paz no debe morir”, agregó en la entrevista realizada en Ramalá, Cisjordania, antes de partir a la jornada de plegaria. Para Abbas, “nada puede detener la búsqueda de soluciones donde ambos pueblos, el palestino e israelí, puedan vivir juntos en su propio Estado y en su propio territorio reconocido internacionalmente”.

La celebración de esta jornada de oración por la paz en Medio Oriente llega sin embargo precedida por la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos judíos en el territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén que el presidente palestino consideró “una provocación por parte del primer ministro, Benjamin Netanyahu, como pretexto a la formación del nuevo gobierno (de unidad) palestino”.

Abbas apreció los esfuerzos y el apoyo del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y del presidente Barack Obama –aliado de Israel– y deseó que “el Congreso norteamericano no tome decisiones opuestas presionado por los grupos de poder internos”. Sobre el nuevo gobierno de reconciliación del que forma parte el movimiento islamista Hamas (junto a la facción Al Fatah), el presidente palestino defendió la posibilidad “de dialogar con todos” y consideró que “es un hecho positivo que Hamas haya aceptado un programa moderado”.