Rafael Correa, presidente de Ecuador, denunció un plan desestabilizador en su país. Agregó que la estrategia de la derecha es empezar a “calentar las calles”, como parte del “manual del golpe blando” para debilitar a los gobiernos progresistas de la región. Según Correa, está en marcha un “plan piloto”, un “ensayo” que incluye protestas y desinformación sobre las acciones del gobierno para afectar las instituciones y después tratar de desestabilizar su administración. “Parte de la estrategia para desestabilizar, o al menos el desgaste de nuestro gobierno, es calentar las calles, están viendo si funciona para hacer un proceso similar al de Venezuela”, declaró el presidente a periodistas. Un primer ensayo, según Correa, se dio el 17 de septiembre pasado, cuando se presentaron protestas, apoyadas por indígenas, estudiantes y sectores opositores, las cuales terminaron en disturbios en el centro histórico de Quito. Los incidentes dejaron al menos 34 policías heridos y más de un centenar de detenidos, incluidos varios alumnos de dos colegios de la capital de Ecuador.