Por segunda vez en cuatro años, las ex compañeras de prisión de la ex guerrillera y actual presidenta de Brasil, Dilma Rou-sseff, participaron en la ceremonia de investidura de la mandataria ubicadas en un lugar destacado a pedido la política del Partido de los Trabajadores (PT). La presidenta y sus ex compañeras veinteañeras estuvieron confinadas por casi tres años en un pabellón ubicado en la cárcel Tiradentes, en San Pablo, durante la última dictadura militar brasileña (1964-1985). La forma de torre que tenía ese pabellón, así como la educación y la forma de vestir de las detenidas políticas, que contrastaban con los modos de las presas comunes, dieron al lugar el nombre de La Torre de las Doncellas.

En 2011, cuando Rousseff asumió su primer gobierno y se convirtió en la primera mujer en llegar al poder en Brasil, quiso reencontrarse con sus ex compañeras de cárcel, a las que no veía desde hacía cuatro décadas, y las invitó a participar en la ceremonia de posesión. Ayer hizo lo mismo. Eleonora Menicucci de Oliveira, quien compartió celda con Dilma, se desempeñó como ministra de la Mujer en su primer gobierno.

Rousseff fue detenida en 1970 a raíz de sus vínculos con la guerrilla. A lo largo de los casi tres años en que permaneció encarcelada, la mandataria, actualmente de 67 años, fue brutalmente torturada por las fuerzas de represión de la dictadura.