Maestros mexicanos denunciaron ayer la de-saparición de doce de sus compañeros y la violación de cuatro mujeres por la policía federal tras el enfrentamiento que se produjo el martes por la noche en Acapulco, estado de Guerrero, en el que murió un docente discapacitado, una docena resultó herida y otros cien apresados. El integrante de la comisión política de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del estado de Guerrero (Ceteg), Manuel Salvador Rosas, dijo que preparan una denuncia por todos estos casos. “Ahora ya no son sólo los 43 normalistas desaparecidos en la ciudad de Iguala. De la represión del martes a la fecha aún tenemos doce compañeros maestros que no aparecen, no están en su casa, no están detenidos”, indicó a Radio Fórmula. Sobre las mujeres violadas, dijo que fueron detenidas, subidas a camionetas y abusadas sexualmente por miembros de la policía federal en callejones oscuros. “Cuatro maestras aseguran haber sido violadas en el momento de la represión”, afirmó el dirigente, quien agregó que una de ellas “todavía está internada en el hospital”. Rosas también negó que la causa de la muerte del maestro jubilado Claudio Castillo, de 65 años, fuera un atropellamiento, como sostiene el gobierno federal, e insistió en que la víctima recibió golpes de parte de agentes policiales. “El estaba al frente de la manifestación, con el aparato de sonido, en ningún momento se baja de la camioneta, a él lo baja la policía federal y lo golpea; era una persona discapacitada, no podía desplazarse por sí mismo”, afirmó. El martes, después de un bloqueo de varias horas de la vía que conduce hacia el aeropuerto de Acapulco y de un infructuoso diálogo con las autoridades, un autobús embistió a policías y mujeres, lo que motivó que los agentes respondieran con el uso de garrotes y gas lacrimógeno contra los manifestantes, que reclamaban por el pago de sueldos, por la aparición de los 43 estudiantes desaparecidos hace hoy cinco meses y contra la nueva ley de educación nacional.