Miles de personas se manifestaron ayer en Atenas y otras ciudades griegas contra la política de recortes y por una posición dura frente a los acreedores. La manifestación ante el edificio del Parlamento en Atenas se realizó por la noche bajo el lema: “Tomaremos la situación en nuestras propias manos. Abajo la austeridad”. Los participantes gritaron: “Nuestras vidas no pertenecen a los acreedores”. Las protestas fueron convocadas por simpatizantes del gobierno del primer ministro Alexis Tsipras y contaron con la participación de varios ministros y representantes de la coalición de gobierno. Además, varias decenas de personas ocuparon simbólicamente la sede de la Comisión Europea (CE) en Atenas en un acto de protesta convocado por el sindicato META, afín a la izquierda extraparlamentaria. Los manifestantes entraron en el edificio y desplegaron desde un balcón una pancarta en la que se podía leer en inglés y griego: “La gente no se deja chantajear. El país no está en venta”. Otro grupo se ubicó con un cartel similar frente a la entrada del edificio situado en la avenida Reina Sofía, una de las principales arterias de la capital griega, a pocos metros de la sede del gobierno, el Palacio de Maximu. La policía antidisturbios cerró el acceso a la calle en la que se encuentra Maximu, donde durante el mediodía el premier Alexis Tsipras, recibió al canciller austríaco, Werner Faymann.