Joaquín “El Chapo” Guzmán dijo en la entrevista concedida a Sean Penn en octubre pasado, antes de su segunda recaptura, que no se siente responsable de los problemas que genera la adicción a las drogas, que ama a su madre, y que espera morir por causas naturales. En el reportaje clandestino efectuado en algún punto de la selva mexicana, el líder del Cartel de Sinaloa reveló aspectos de su vida criminal como nunca lo había hecho antes. Estos son extractos del diálogo que mantuvo con el actor norteamericano con el capo mexicano, ahora ex fugitivo, de 58 años, que publicó el sábado la revista Rolling Stone.

–¿Cuándo se inició en el narcotráfico?

–Yo crecí en el rancho La Tuna (estado de Sinaloa, noroeste), en esa área, todavía ahora, no hay oportunidades de trabajo. La única forma de tener dinero para comprar comida es sembrando amapola, marihuana, ya a los 15 años comencé a crecer (y ya podía) cultivar y vender.

- Alardeo mercantil

“Yo suministro más heroína, metanfetaminas, cocaína y marihuana que cualquiera en el mundo. Tengo flotas de submarinos, aviones, camionetas y barcos”.

- Vida familiar

“Muy bien (...) mis hijos, mis hermanos, mis sobrinos. Todos nos llevamos bien, muy normal. Quiero vivir con mi familia los días que Dios me dé.”

–¿Es responsable de las adicciones a las drogas?

–Es falso. El día que yo no exista, no se va a reducir el narcotráfico.

–¿El negocio resultó afectado mientras estuvo en prisión entre 2014 y 2015?

–Por lo que yo puedo decir y por lo que sé, todo sigue igual. Nada disminuyó. Nada se incrementó.

–¿Es violento?

–No, señor (...) Mire, todo lo que yo hago es defenderme. Pero ¿que yo ande buscando problemas? Nunca.

–Su visión sobre el tráfico de drogas de antes y de ahora.

–Hay una gran diferencia. Hoy hay muchas drogas, y antes, la única que conocíamos era la marihuana y la amapola (...) Y no se acabará porque conforme pasa el tiempo, somos más personas, y esto nunca se va acabar.

–¿Tiene miedo de terminar igual que Pablo Escobar?

–Yo sé que un día me voy a morir. Espero que sea por causas naturales.

–¿El gobierno mexicano lo quiere vivo o muerto?

–No. Yo creo que si me encuentran, sí me van a arrestar, ¿cómo no?

–Relación con su madre...

–De respeto, afecto y amor.

–¿Usa drogas?

–No, señor. Hace muchos años, sí, las probé. Pero, ¿adicto?, no (...) No he usado drogas en los últimos 20 años.

–Un mensaje a los mexicanos.

–Bueno, puedo decir que es normal que la gente tenga sentimientos encontrados porque hay personas que me conocen y otras no. Esa es la razón y yo creo que es normal. Porque aquellos que no me conocen pueden tener dudas acerca de decir, en este caso, si soy buena persona o no.