El papa Francisco llamó ayer a los jóvenes mexicanos a no caer en las redes del narcotráfico ni convertirse en “mercenarios de ambiciones ajenas”, en un encuentro con unos 85.000 jóvenes en un estadio de fútbol en Morelia. El Papa fue recibido en el estadio José María Morelos y Pavón entre gritos y aplausos como si fuera una estrella de rock. “No pierdan el encanto de soñar, atrévanse a soñar”, les pidió. “Es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte. Eso es mentira”, exclamó. “Jesús nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llama discípulos, nos llama amigos. Jesús nunca nos mandaría al muere, sino que todo en El es invitación a la vida”, dijo Francisco, que improvisó varias veces en el discurso que tenía preparado, y les dijo a los jóvenes que ellos son la riqueza de México y señaló que la familia es la que custodia ese tesoro.