El gobierno del presidente en ejercicio de Brasil, Michel Temer, propuso la implementación de un tope para los gastos públicos por los próximos 20 años, informó ayer el Ministerio de Hacienda. La Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) que el equipo económico enviará al Congreso determina que a partir de 2017 los gastos estatales no podrán aumentar más que la inflación, medida por el Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) del año anterior. “No podemos seguir gastando indefinidamente mucho más de lo que la sociedad es capaz de pagar”, justificó el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles. Parte del éxito del nuevo criterio propuesto depende a la reforma de la Seguridad Social, que involucra jubilaciones y pensiones, y de gastos con salarios públicos del Gobierno central. Ambos ítems representan cerca del 75 por ciento de los gastos públicos, según señaló el portal G1, del grupo Globo. “La Reforma de la Seguridad Social es parte importante para que no se obligue a una reducción desproporcionada de otros gastos. Lo que estamos discutiendo es cómo evitar que se creen desequilibrios futuros en el presupuesto con el aumento mayor de algunos gastos en relación a otros”, explicó el ministro.