“Estados Unidos condena enérgicamente los atroces ataques terroristas del EI en Bagdad que mataron a más de 100 personas, incluidas familias reunidas para romper su ayuno de Ramadán y aquellas viendo la Eurocopa”, sostuvo en un comunicado el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price. El grupo chiíta libanés Hezbollah –aliado en el terreno iraquí contra el EI– sostuvo que esta “masacre nos insta a elevar nuestra voz contra las potencias regionales e internacionales que están detrás de esa clase de acciones para provocar miedo y caos en el seno de nuestra sociedades árabes e islámicas”. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo un llamado a rechazar “cualquier intento de extender el miedo y socavar la unidad del país”. El papa Francisco, desde Roma, condenó la “violencia cegada por el odio”.