EL MUNDO
• SUBNOTA › HABLA GUSTAVO ACHO, ARGENTINO EN LA BASILICA ASEDIADA
"Dios nos puso aquí con una misión"
La Basílica de la Natividad de Belén estuvo ayer sacudida por un episodio que se prestó a la controversia: el ejército israelí voló la puerta lateral de la basílica, al tiempo que los 200 palestinos que se amparaban desde el miércoles entre los muros sagrados irrumpieron de lleno al convento. Entre los 30 miembros de diversos países de la Orden de los Franciscanos Menores se encontraban dos seminaristas argentinos, Carlos Molina –mendocino, 26 años– y Gustavo Acho –salteño de 32 años–; éste último dio testimonio telefónicamente a Página/12 sobre el momento que vivió desde adentro de la escena.
–¿Qué fue lo que pasó?
–El ejército israelí voló una puerta lateral de la basílica esta mañana a las 12.00 horas local; los militantes palestinos –que son más de 200 en la basílica de Belén– por miedo a la persecución de los israelíes, irrumpieron en la planta baja de nuestro convento. Así que nosotros por seguridad nos refugiamos en el punto más alto del edificio, donde estamos ahora. Habitualmente no tenemos punto de contacto con los palestinos porque ellos están en la planta baja y nosotros en la planta alta; con ellos están solamente unos sacerdotes que median para que la situación se calme. Cuando entraron los palestinos, se llevaron algunas cosas y estaban haciendo tratativas para que entren de la Cruz Roja y traigan víveres, sobre todo para los que están refugiados en la nave central de la basílica. De todos modos los militantes palestinos ya se retiraron a la nave de la basílica.
–¿Las tropas israelíes tuvieron intenciones de entrar a la basílica?
–Algunos sacerdotes comentaron que los israelíes abrieron la puerta para controlar mejor adentro la situación. El ejército israelí manifestó que en ningún momento entrará en la basílica.
–¿Cómo están ustedes?
–Por lo pronto, tenemos luz y teléfono. Pero nos encontramos en un lugar que es de madera, que no ofrece resistencia en caso de un ataque.
–¿Temen quedarse?
–Tenemos miedo, es innegable, pero sabemos que Dios nos puso aquí para cumplir una misión. Y como nuestra misión es cuidar los lugares santos, no pensamos movernos de aquí.
–¿Cuál es el clima ahora mismo?
–La situación es así: afuera no se siente ningún tipo de desplazamiento militar y nosotros estamos acá. Hace pocos días militantes palestinos en Ramalá se entregaron luego de días de resistencia, y nosotros esperamos que acá suceda lo mismo; la diferencia es que los religiosos cristianos que forman parte del complejo de la Natividad ahora están en el medio. El contexto aquí es crítico; nosotros continuamos reclamando que las organizaciones internacionales se manifiesten diplomáticamente en favor de soluciones.
Entrevista: Mercedes López San Miguel.
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"Dios nos puso aquí con una misión"