“Enrique Iglesias está capacitado para manejar la deuda, tiene una visión progresista y puede poner la economía al servicio de la gente.” Así explica el senador uruguayo Rodolfo Nin Novoa, candidato a la vicepresidencia junto a Tabaré Vázquez, las razones por las que llamarán al actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para ocupar el cargo de Ministerio de Economía en el país vecino. Página/12 lo entrevistó durante su visita a Buenos Aires.
–¿Qué motiva su visita a Buenos Aires?
–Viajé para inaugurar el comité del Frente Amplio en Corrientes y Ecuador. Es un esfuerzo de muchos compañeros uruguayos para ayudar a que haya un gobierno progresista y una forma de seguir ligados a la patria.
–Los uruguayos que viven en la Argentina, ¿pueden votar desde acá?
–No, nosotros presentamos un proyecto para reformar la ley de voto epistolar pero las mayorías lo impidieron. El argumento era que los que viven en el extranjero no están involucrados. Pero de esta manera se da una oligarquización del voto en el exterior. Solamente pueden votar los que tienen plata para viajar. Uruguay ha vivido un proceso de diáspora primero política y después económica. Argentina es el segundo distrito electoral de Uruguay.
–¿Cómo ve estas primarias?
–El voto es el arma más poderosa para cambiar la situación de un país. Ya no se vota por apelaciones históricas. Nuestros candidatos fueron resueltos por medio de un congreso democrático y participativo. Fueron elegidos por una mayoría absoluta. Daremos la batalla ideológica en las elecciones del domingo (por hoy). Lacalle y Larrañaga son la expresión de un mismo tronco ideológico.
–¿Cuáles son las razones por las que llamaran a Enrique Iglesias como ministro de Economía?
–Esto fue conversado informalmente con Tabaré Vázquez. Iglesias es muy respetado en el mundo y en las organizaciones financieras. Uruguay tiene un grave problema de la deuda. Todo lo que producimos en un año lo debemos a los organismos financieros y la situación social está condicionada por la deuda.

Reportaje: Ximena Federman.