EL MUNDO
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Por una cabeza
Por D. P.
Suenan tres compases de Por una cabeza, es la bocina del celular privado de Marta Suplicy.
–¿Le gusta el tango?
–Claro que sí....
La respuesta, igual que la pregunta, lleva un poco de ironía. Desde septiembre del año pasado, Suplicy está casada con el argentino Luis Favre, uno de sus estrategas de campaña.
–¿A qué atribuye la hostilidad de la prensa hacia su marido?
–Es llamativa la forma truculenta con que la prensa ha tratado mi matrimonio con Fa-
vre, que es un militante de seria formación política y de muchos años en el PT.
Favre dejó la Argentina en la década del 70; desde entonces repartió su vida entre Brasil y Francia. Luego de años militando en el trotskismo, el esposo de la intendenta, hermano de Jorge Altamira, acabó recalando en el PT, donde contribuyó a articular la relación de los brasileños con el Partido Socialista Francés.
Nota madre
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