Estados Unidos no se decide sobre si respaldar al nuevo poder en Kirguiztán, mientras que calificó la situación en este ex estado soviético como muy inestable. Un funcionario del Departamento de Estado, que pidió el anonimato, consideró que la situación es “inestable”, pero que “por el momento” su país no se “involucrará en cuestiones que conciernen al reconocimiento” de un nuevo gobierno. La Casa Blanca llamó a la calma y se comprometió a trabajar juntamente con Europa, los vecinos del país asiático y los líderes de los ex Estados soviéticos para la organización de elecciones. “Enfatizamos la necesidad de que un Comité por la Unidad Nacional restaure el orden lo más rápido posible y prevenga cualquier otra violencia”, dijo la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino. Añadió que “Estados Unidos apoya fuertemente los esfuerzos de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) para trabajar con el pueblo de Kirguistán y avanzar en la democracia y la paz en su país”.