Rusia hizo gala ayer de su peso en Medio Oriente convirtiéndose en la primera potencia importante extranjera que recibe a la delegación de Hamas, ganador de las elecciones palestinas. Ignorando la crítica de Israel que considera a Hamas como una organización terrorista, el ministro del Exterior ruso, Sergei Lavrov, mantuvo conversaciones con una delegación de seis miembros de Hamas en Moscú, una movida que le dio al grupo algo del reconocimiento internacional que tan desesperadamente busca.

Fue la primera salida importante de Hamas a la escena internacional desde que ganó la elección parlamentaria palestina, a fines de enero, y el grupo dijo que esperaba que esto incitara a otros países a darle un reconocimiento similar. En una concesión a Israel, el presidente Vladimir Putin no se reunió con la delegación y aparentemente reaseguró a Israel sobre la naturaleza de la visita. Rusia es un miembro del cuarteto de paz de Medio Oriente, pero, a diferencia de Estados Unidos, cree que comprometerse con Hamas es preferible a aislarlo. Lavrov instó a Hamas a reconocer el derecho de Israel de existir y a transformarse en un partido político hecho y derecho. Las conversaciones se enfocaron principalmente en la estancada Hoja de Ruta de paz de Medio Oriente. Los funcionarios rusos negaron informes que decían que Israel le había garantizado a Moscú que no derribaría el avión que transportaba a la delegación de Hamas, mientras Lavrov le pedía a la comunidad internacional que fuera paciente con el grupo.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.