EL MUNDO
• SUBNOTA › LA EX COALICION GOBERNANTE GANO EN PARIS
Lo que queda de izquierda
Por E. F.
La única salvedad para la debacle de la izquierda fue lo que hoy se denomina como “la paradoja de París”, o sea, en medio de una avalancha de votos azules la capital francesa pasó a ser controlada por la izquierda, concretamente por esa pluralidad rosa-verde-rojo rechazada en el ámbito nacional. Nueve diputados antes de este domingo, 12 desde ayer, es decir, un puñado más que la mayoría fijada en 21. Fortaleza de la derecha durante más de un siglo, París cayó en manos socialistas durante las elecciones municipales de marzo del 2001 y anteayer fue la excepción que modificó la regla del poder absoluto de la derecha en el plano nacional. Los analistas locales destacan que esta “victoria inesperada” es obra del actual intendente socialista, Bertrand Delanoë, quien supo ser el ejemplo de una izquierda que gana “allí donde es capaz de encarnar la descentralización y una nueva alianza social que integra a todas las clases medias y muestra una auténtica voluntad de transformación”.
La prueba de que ese éxito no es un mero accidente radica en el hecho de que París fue la única ciudad francesa donde un miembro del actual gobierno fue eliminado. Las cifras explican también el éxito del socialismo moderno en la capital francesa. La socióloga Monique Pinçon-Charlot arguye con acierto que la población actual de París está compuesta por ejecutivos medios, por una clase media culta y moderna muy poco sensible al discurso policial de la derecha y mucho más atenta a los valores de tolerancia como los que promueven el PS y los ecologistas. La socióloga revela, por ejemplo, que París vivió “una evolución colosal. En 1954, sólo el 19 por ciento de la población de la capital pertenecía a la categoría de los ejecutivos medios o superiores. Esa cifra asciende hoy a 58,5 por ciento”.
No obstante, fuera de París queda un mundo por reconstruir. Los socialistas y los comunistas son los únicos sobrevivientes de la enterrada “izquierda plural”. El PS, con 140 escaños, y el PCF, con 21, forman hoy el grupo de resistencia en la Asamblea Nacional. Fuera del PS y del PCF, no ha quedado nada, a no ser la conciencia de una rápida reconstrucción de la izquierda en la que, según el primer secretario del PS, François Hollande, se podrán “asociar ampliamente todos nuestros socios e, incluso, todas las fuerzas políticas, sociales y asociativas que así lo quieran”. El ex ministro socialista de Cultura Jack Lang abogó por una “auténtica revolución intelectual” que autorice la propuesta de “una nueva alternativa”. Esta, por ahora, está lejos de haber sido elaborada.
El peso del Partido Socialista, única fuerza opositora en pie, hará que toda reconstrucción pase por su eje. Esa situación no resulta del agrado de los comunistas, los ecologistas y el movimiento asociativo. Como el partido de la rosa fue el único que conservó sus capacidades intactas, resulta difícil vaticinar si el PS compartirá con el resto de las fuerzas marginales la definición y la estrategia de la izquierda del futuro. Al día siguiente de las elecciones legislativas muchos se preguntan incluso si aún tiene sentido seguir hablando de izquierda.
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