En el futuro próximo de Cuba hay tres fechas clave para comprobar el estado de las cosas, sobre todo la salud de Fidel Castro y la de la revolución. La primera es el 13 de agosto, fecha en la que el líder comunista cumplirá 80 años. En teoría, debido a la operación quirúrgica de urgencia a la que fue sometido la semana pasada, Castro, obligado a cumplir un reposo estricto como parte del proceso de recuperación, no podrá aparecer en público. En principio...

Las celebraciones por su onomástico, que habían sido organizadas por la Fundación Guayasamín e incluían exposiciones, conciertos y talleres, fueron pospuestas a petición del propio presidente cubano en la misma “proclama” en la que delegó poderes en su hermano Raúl y un equipo de seis personas. En estas actividades debían participar personalidades de todo el mundo –ya habían confirmado su participación el Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel y el español Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Unesco– y se esperaba además a los presidentes de Venezuela y Bolivia, Hugo Chávez y Evo Morales, respectivamente.

El 13 de agosto servirá de termómetro por dos motivos principales, según los observadores: será la oportunidad de que Raúl Castro aparezca por primera vez en público, si no lo ha hecho todavía, o incluso de que el mandatario salga en televisión o envíe un mensaje a sus compatriotas. Y habrá que ver si su gran amigo Hugo Chávez hace un viaje relámpago a la isla para saludarlo, como hizo en 2004, cuando Fidel sufrió una aparatosa caída por la que hubo de ser operado de la rodilla.

La segunda cita importante es la XIV Cumbre del Movimiento de los Países No Alineados, que se celebrará en La Habana entre el 11 y el 16 de septiembre. Está prevista la asistencia de más de 60 mandatarios y de cientos de periodistas, y tanto si oficia Fidel como Raúl de anfitrión y jefe de ceremonias, lo que suceda será revelador.

Si es Fidel, opinan diplomáticos en La Habana, será la oportunidad de ver hasta qué punto se ha recuperado Castro y si es capaz de resistir seis días de intenso ajetreo diplomático. También será la oportunidad de comprobar si comparte responsabilidades y con quiénes; y en caso de que sea su hermano Raúl el único protagonista, será su presentación internacional y su primera gran prueba de fuego.

La última fecha clave en el horizonte cubano es el 2 de diciembre, cuando se conmemora el 50° aniversario de la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el día elegido por Fidel Castro para realizar las celebraciones pospuestas de su cumpleaños. Y ese día sí que tiene que estar.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.