Unos 100.000 manifestantes antiglobalización se congregaron ayer pacíficamente en las calles de Génova al cumplirse un año de la muerte de Carlo Giuliani, el joven “globalifóbico” que fue víctima de los disparos de un carabinieri cuando se realizaba una cumbre del G-8 en esa ciudad de Italia. Los padres de Giuliani también participaron de la manifestación y se pronunciaron expresamente a favor de que fuera una marcha pacífica.
Hubo un acompañamiento de 3000 miembros de fuerzas de seguridad y al contrario de lo que supusieron no se produjeron incidentes. El 20 de julio de 2001 murió Carlo Giuliani por causa del disparo de un carabinieri cuando el joven, junto a otros manifestantes, atacaron un vehículo blindado de la policía. Durante la noche siguiente, unidades de la policía irrumpieron en una escuela donde se albergaban manifestantes y periodistas. En esa ocasión, la policía maltrató e hirió de gravedad a numerosas personas. Las circunstancias en que fue muerto el joven aún no han sido esclarecidas. El policía, cuyos disparos dieron muerte al joven, dijo a la televisión italiana que había querido disparar al aire, luego de expresarse en varias ocasiones de modo contradictorio al respecto. Las investigaciones sobre el proceder policial todavía están inconclusas. Un dato no menor salió a la luz en febrero de este año a través de los medios italianos, informando que el hoy ex ministro del Interior de Italia Claudio Scajola dijo que fue él quien dio la orden de disparar durante la cumbre, algo que hasta ese momento la Justicia no conocía.