Familiares de las víctimas del accidente del Airbus A320 de la aerolínea TAM, que se estrelló el martes contra un edificio dejando casi 200 muertos, protestaron ayer contra el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, frente al lugar del siniestro. Portando banderas de Brasil, flores y pancartas, los manifestantes aplaudieron el trabajo de los bomberos, rezaron por sus seres queridos y gritaron proclamas contra el caos aéreo que se arrastra en el país desde hace diez meses, y que tuvo su peor episodio con la tragedia del martes pasado. “Marta, ni nos relajamos ni gozamos. Lloramos y rezamos”, expresaba una de las pancartas, aludiendo a una frase dicha por la ministra de Turismo, Marta Suplicy, cuando se le pidió un consejo para los miles de pasajeros perjudicados por el caos en los aeropuertos: “Relájate y goza”, había sido el consejo de la ministra ante las demoras en los aeropuertos sobrecargados.