A pesar del optimismo que muestra la Casa Blanca, agosto fue el segundo mes con más muertes de civiles en Irak desde que comenzó la invasión estadounidense en 2003. Según un informe oficial iraquí, más de 1800 personas fallecieron en atentados y confrontaciones en el último mes. “Si se mira a Bagdad, que es enormemente importante por ser el centro de todo en Irak, puede verse la densidad de las muertes etnosectarias”, reconoció ayer el máximo responsable militar estadounidense de la misión en Irak, David Petrauss. En el mes de julio, la cifra de muertes civiles también fue una de las más altas de los últimos tiempos, alcanzando los 1760. Según el informe del gobierno iraquí, más de 27.500 civiles fallecieron en el conflicto desde abril de 2005. Estos balances harán de septiembre un mes crucial para el futuro del conflicto en Irak. El presidente George Bush deberá enfrentar la evaluación de Petrauss y las casi seguras críticas del Congreso y, a pesar de ellas, conseguir más fondos para continuar la guerra.