EL MUNDO • SUBNOTA
Como primera etapa del largo proceso electoral para elegir al próximo presidente de Estados Unidos el 4 de noviembre, los “caucus” o asambleas partidarias de ayer en Iowa son un ejercicio de democracia directa, pero de una complejidad desconcertante. Los caucus, que toman su nombre de una reunión de jefes tribales entre los indios algonquinos, están conformados por una multitud de reuniones, 1784 en total, organizadas en lugares públicos como escuelas, bibliotecas y hoteles, entre otros en los 99 condados de este estado rural del centro del país.
La participación en los caucus está reservada a los militantes partidarios mayores de 18 años o que cumplan 18 antes del 4 de noviembre de 2008, fecha de las elecciones. El que decida participar en un caucus demócrata no puede hacerlo en uno republicano y viceversa. Los caucus comienzan a las 18.30 para los demócratas y a las 19 para los republicanos, hora local. Las reuniones duran entre una hora y media y dos horas.
Del lado republicano, el procedimiento es bastante simple. Luego de discusiones, los electores inscriben el nombre del candidato de su elección en una hoja de papel. Quien consiga más votos es declarado vencedor. Entre los demócratas, el procedimiento es más complicado. No hay boleta electoral, ni siquiera un voto a mano alzada. En cambio, se forman grupos favorables a los diferentes candidatos en distintos rincones del lugar de la reunión. Cada candidato debe recibir el asentimiento de al menos 15 por ciento de los presentes para ser declarado “viable”. Quienes quedan entre los “no-viables” tienen 30 minutos para reafectar su voto a otro candidato o tratar de convencer a los otros militantes para alcanzar ese piso de 15 por ciento. Si no, el grupo del “no-viable” debe disolverse.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux