El conflicto entre el gobierno colombiano del presidente Alvaro Uribe y la guerrilla llegó a Argentina. En respuesta a la gran marcha organizada en Colombia por el sitio web Facebook y el gobierno de ese país en contra de los rebeldes, medio millar de militantes sociales se movilizaron ayer hasta la embajada de Colombia en Buenos Aires para reclamar el reconocimiento político de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Al mismo tiempo y a 20 cuadras de distancia, decenas de colombianos y algunos argentinos realizaron un acto contra la insurgencia, al que adhirió la Asociación de Víctimas del Terrorismo, una organización que nuclea a ex miembros de las Fuerzas Armadas.

Fueron los desocupados y las organizaciones de izquierda quienes ayer salieron a defender a la guerrilla colombiana. Luego de protestar ante la Cámara de Comercio de Estados Unidos, más de 500 personas del Bloque Piquetero Nacional –integrado por el MTR, MBL, UTL, TODU y FTC– se manifestaron frente a la embajada colombiana, donde criticaron al presidente colombiano y le reclamaron que reconociera a la insurgencia como fuerza beligerante. El mismo pedido a Bogotá ya lo había hecho el mes pasado el mandatario venezolano, Hugo Chávez, luego de que las FARC liberaran a dos rehenes.

Según el Bloque, sacar a las FARC de la lista de grupos terroristas, confeccionada por Estados Unidos y otros países, facilitaría la liberación de los secuestrados por la guerrilla y el inicio de un diálogo de paz. “El único terrorista es Uribe”, señalaron líderes piqueteros que pidieron al gobierno argentino una política activa a favor del reconocimiento político de las FARC y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Asimismo, los militantes sociales apoyaron la iniciativa impulsada por Chávez, familiares de rehenes y las FARC de un intercambio humanitario de secuestrados por guerrilleros detenidos.

En tanto, la plaza San Martín, sede de manifestaciones durante el año pasado por la libertad de represores de la dictadura, se convirtió ayer en el escenario de rechazo a las FARC. Frente al Ministerio de Relaciones Exteriores, algunos manifestantes, muchos de ellos colombianos, reclamaron por la liberación de todos los rehenes de la guerrilla y gritaron consignas como “FARC terroristas” y “Fuera Chávez”. Otros portaban banderas colombianas, argentinas, blancas y pancartas con las leyendas “No a los secuestros.” “Esto no tiene tinte político. No es a favor de Uribe. No es en contra de Chávez. Es no más FARC. Estamos cansados en Colombia”, dijo la colombiana Laura Puerta, organizadora de la movilización en Buenos Aires.

Del acto también participaron representantes del Partido Demócrata Cristiano y miembros de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, una organización conformada por militares retirados y familiares de militares muertos en la década del 70. “Nos sentimos identificados, yo soy hija del coronel Roberto Ibarzabal, que fue secuestrado por el ERP durante el gobierno de Perón”, dijo la hija del militar Silvia Ibarzabal, que ayer asistió a la Plaza. Allí mismo había estado el año pasado al rendir homenaje a las víctimas de la “subversión”, en una actividad organizada por la activista castrense Cecilia Pando. Aunque las Madres de Plaza de Mayo hayan señalado a Ibarzabal como un “milico genocida”, su hija piensa lo contrario. “Que se conozca la verdad completa. Da la sensación de que aca empezó todo el 24 de marzo de 1976. También hay otras víctimas”, señaló.

Informe: Juan Manuel Barca