El discurso con el que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró las sesiones ordinarias del Congreso siguió generando polémica ayer entre oficialismo y oposición. El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, destacó “los números” exhibidos por la jefa de Estado, mientras que referentes opositores optaron por señalar la ausencia de “la inflación” en el mensaje.

Desde las huestes del oficialismo no podían faltar las declaraciones de Fernández, quien aseguró en declaraciones radiales que “los números que la Presidenta ha exhibido son apabullantes y ciertos. Todo lo que ha mostrado de crecimiento, desarrollo, infraestructura de la Argentina, desde el 25 de mayo de 2003 (cuando comenzó la gestión de Néstor Kirchner) ha sido palpable de manera constante”. Y destacó que Cristina Fernández de Kirchner “presentó al país una situación real, de la que vinimos y en la que estamos”. También se ocupó de aclarar que la situación no era “para rascarse la panza y quedarse sentado”, sino “para prepararse fuertemente para el futuro”. Luego justificó el punteo que la Presidenta hizo de la etapa kirchnerista, diciendo que “los cambios los exhibimos para que seamos custodios de esa situación, para que no se vuelva para atrás”.

No tan cerca del oficialismo, pero tampoco completamente opuesto, el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, afirmó que los temas y asuntos que había abordado la Presidenta eran “aspectos esenciales que, en general, no eran tratados en este tipo de discursos. En ese sentido –agregó Binner– es un avance, pero hay aspectos que hay que mejorarlos”. Asimismo, aprovechó para reclamar por “la situación de la coparticipación federal”.

Por su parte, el espacio opositor siguió fustigando el mensaje de la jefa de Estado a los legisladores, tal como había hecho desde la tarde del mismo sábado. Como parte de su intento por conformar una organización política a nivel nacional, el macrismo no dejó pasar la oportunidad. El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que “la verdad que sorprende muchísimo que (CFK) no haya hecho una sola mención sobre la inflación, que todo el mundo sabe bien es el más inequitativo de los impuestos”. Consideró que la ausencia de ese punto en el discurso era una “muy mala señal” y terminó lamentando que “sigan tratando de tapar el sol con la mano”.

Entre los radicales que intentan mantenerse en la vereda de enfrente al kirchnerismo, el jefe del bloque de senadores de ese partido, Ernesto Sanz, subrayó la “discordancia” que hubo entre la palabra oficial y la realidad. “Cuando uno coteja lo que dijo la Presidenta, que en teoría todos podemos compartir, y lo confronta con la realidad, empiezan a aparecer diferencias enormes”, afirmó e insistió en que “sigue habiendo una discordancia entre el discurso y los hechos; entre los que se dice y lo que se hace y entre lo que se plantea y la realidad”. Finalmente, por el lado del justicialismo disidente, el empresario y diputado Francisco De Narváez dijo que la presidenta “hizo menciones con muchos detalles, con muchas cifras”, pero “omitió lo central, que es el problema de la inflación y el no acompañamiento de la velocidad de las inversiones para sostener este ritmo de crecimiento”.