EL PAíS
› DESPUES DE MEDIO SIGLO SE UNIFICO EL SOCIALISMO
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Fue un acto lleno de banderas rojas donde se unificaron el socialismo popular y el democrático. Asistieron Elisa Carrió y Aníbal Ibarra. La nueva conducción. Alianzas y candidatos.
Centenares de banderas rojas flameaban el microestadio de básquet de River Plate. Algunas tenían la mano que agarra la rosa y otras tenían la P que envuelve a la S. Pero en la más grande de todas, que se desplegaba sobre la tribuna izquierda, sólo se leía `Partido Socialista’. Ayer el Partido Socialista Democrático y el Partido Socialista Popular se unificaron formalmente en un acto que reunió a todos sus eufóricos militantes y dirigentes.
El acto que juntó a las tradicionales figuras del socialismo argentino, como el ahora presidente del partido Alfredo Bravo, junto al jefe de Gobierno Aníbal Ibarra y la líder del ARI, Elisa Carrió, fue un corolario de saludos y adhesiones. Es que la tan esperada unión ya estaba pactada desde hace rato y sólo faltaba el festejo. Al frente, en una suerte de escenario estaban los doce dirigentes que desde ayer conforman la mesa nacional del Partido Socialista: Raúl Puy, Laura Serma, Norberto La Porta, Roy Cortina, Hermes Binner, Rubén Giustiniani, Jorge Rivas, Alfredo Bravo, Oscar González, Carlos Nivio, Héctor Bravo y Silvia Asbuguen. En el centro estaban todos los congresales acreditados y en las tribunas laterales se apretujaban los militantes.
Ibarra, uno de los invitados especiales, saludó a los integrantes de la mesa nacional uno por uno, y después se dirigió al ferviente público. “Durante décadas dejamos que el liberalismo copara el espacio político. Vendimos las empresas del Estado y aumentamos la deuda externa. La salida es construir un espacio político progresista”, alentó. Entre la gente se rumoreaba que Elisa Carrió iba a llegar al final del acto. “Queremos que Lilita vea todo este rojo”, auguraba un militante. Es que para el nuevo Partido Socialista a nivel nacional, la diputada se perfila como la figura principal para pelear la presidencia.
Una de las invitadas más aplaudidas de la tarde fueron las Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, Laura Bonaparte y Dionisia López. “No importa si los 30 mil eran socialistas o peronistas, eran militantes del campo popular y por eso los desaparecieron”, gritó Dionisia y una ovación ensordecedora tapó su voz.
El proceso de unidad socialista comenzó con la democracia en el ‘83, cuando empezó a funcionar la Mesa de la Unidad Socialista. “Después se armó la Unidad Socialista, una conjunción del PSP y el PSD, pero sólo a nivel electoral. Se presentaron a elecciones alrededor de seis veces hasta que después vino el Frente Grande y se diluyó el proceso de unidad socialista”, relató a Página/12 Roy Cortina, legislador porteño. “Es un hecho histórico porque hasta los jueces electorales nos dijeron que en estos 20 años de democracia no habían recibido nunca un caso de partido que se fusione”, contó.
Más que contentos se los vio ayer al diputado nacional Rubén Giustiniani y al intendente de Rosario Hermes Binner. Es que si todo sale como ellos esperan, el a partir de ahora secretario general del nuevo Partido Socialista a nivel nacional, Giustiniani, estaría peleando por la intendencia de la ciudad y Binner aspira a la gobernación de Santa Fe. “Tenemos la tarea de crecer y aportar a una construcción de una gran fuerza de centroizquierda que queremos hacer a nivel nacional y en la provincia de Santa Fe. En la Nación, esta fuerza tiene que ser la generadora de sumar expresiones sociales junto a la diputada Carrió”, aseguró a Página/12 el diputado Giustiniani.
Los locutores no paraban de leer saludos de los distintos partidos socialistas y laboristas del mundo. También hubo adhesiones de parte de organizaciones locales. Pero cuando se intentó leer la salutación enviada por la Unión Cívica Radical, los silbidos taparon el sonido de los parlantes. “Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta es radical”, cantaba todo el estadio.
Cuando Elisa Carrió apareció en el escenario con su poncho blanco la recibió Bravo. “Siento una profunda alegría por esta unificación que era necesaria. Me une una relación indestructible con quien es su presidente,Alfredo Bravo. Las convicciones y la identificación con el pueblo nos unen para pelear contra el régimen”, vociferó.
Luego, la efervescencia copó las tribunas. “Qué me decís, el socialismo está creciendo en el país”, cantaban todos y revoleaban las banderas y pañuelos rojos por sobre las cabezas como en la cancha. Como los cantitos no cesaban sino que incluso los congresales comenzaban a pararse sobre las sillas, los integrantes de la mesa nacional se incorporaron para cantar y festejar con el resto de sus compañeros.
Informe: Gimena Fuertes
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