Vie 11.04.2008

EL PAíS  › NUEVA DECLARACION DE LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES (UBA) SOBRE LOS MEDIOS

“Manejo cuestionable de la información”

La polémica sobre el llamado “Observatorio de Medios” sirvió para opacar el debate iniciado por los académicos sobre la cobertura realizada por la mayoría de los medios del conflicto desatado por el lockout agrario. En un nuevo comunicado responden a las críticas e intentan retomar esa discusión.

“La Facultad de Ciencias Sociales sólo cumplió con su obligación”, se titula la declaración que dio a conocer ayer la casa que depende de la Universidad de Buenos Aires. El documento responde a los cuestionamientos formulados desde diversos medios de comunicación contra la facultad, después de que ésta criticara los discursos discriminatorios expresados por la prensa durante el lockout agrario. E intenta volver a plantear el tema que resultó acallado por la polémica, es decir, el tratamiento “clasista”, “racista”, “parcial e interesado de la información”.

- Desatino ideológico. La nueva declaración señala que el pronunciamiento anterior “provocó una desmedida, llamativa y por momentos insultante y hasta ofensiva respuesta de parte de algunos medios de prensa”. La crítica que el consejo directivo de la facultad emitió contra “lo que considera un manejo cuestionable de la información (...) fue, por algunos, tildado de ‘obsecuente’ con el oficialismo”. Con esa acusación –sostiene la facultad– se roza “el absurdo: en nombre de la libertad de prensa de las empresas privadas, se cuestiona la libertad de opinión de una institución pública. El desatino ideológico (...) les impide siquiera creer que un consejo directivo académico tenga suficiente autonomía de criterio como para dar su parecer, coincida o no con la de alguna de las partes en conflicto”.

- Los mismos medios. Cuestionar que Sociales se pronuncie sobre el tema “es desconocer que cobija a una de las carreras de Ciencias de la Comunicación más importantes de Latinoamérica; es ocultar que esta misma facultad se ha pronunciado en cientos de oportunidades con el mismo nivel de independencia y libertad (...) es no reconocer que todos estos otros pronunciamientos no vieron la luz pública porque no fueron considerados adecuados para ser publicados por los mismos medios que hoy acusan a la facultad de colaborar con el cercenamiento de la libertad de expresión; es no reconocer que cada día decenas de medios de prensa buscan en esta misma facultad (...) citas de autoridad y de especialistas para analizar los más variados fenómenos”.

- Cortina de humo. “Es imposible, entonces, evitar la sospecha de que en buena medida todo este debate forzado y artificioso pueda estar sirviendo de cortina de humo para evitar el verdadero debate (...) a saber, el de si es cierto o no que hubo un tratamiento parcial e interesado de la información, y el de si es cierto o no que dicho tratamiento incluyó un sustrato de discursos e imágenes rayano en formas explícitas e implícitas de clasismo, de racismo, de discriminación ideológica.”

- Pools monopolizados. “Si la facultad está equivocada (...) ello deberá ser demostrado (...) Los medios, seguramente, cuentan con asesores muy idóneos en la materia: que salgan al ruedo y fundamenten, al igual que lo ha hecho la facultad, su crítica a nuestros argumentos. Y si no lo hacemos todos así, que sea la propia sociedad la que nos pida cuentas, y no los monopolizados pools informacionales con sus diatribas infundadas.”

- Función social. “No hicimos más que cumplir con la función de la universidad pública: poner todo su conocimiento crítico al servicio de la sociedad que la sostiene”; en el mismo sentido “la facultad se pronunció en contra de la forma en que se llevaron adelante las modificaciones en el Indec, en contra de la extensión de las concesiones de las licencias de radiodifusión”.

- Gente y piqueteros. “La facultad quiere volver a colocar el debate que propuso en la senda original.” Para eso, señala las “actitudes discriminatorias” que observó durante la cobertura del conflicto: “Se diferenció entre ‘gente’ y ‘piqueteros’. A quienes manifestaban durante el cacerolazo se los llamó ‘vecinos autoconvocados’ y a quienes manifestaban a favor del Gobierno ‘piqueteros pagados por el Gobierno’. Se dio por supuesto que la vestimenta y el color de la piel de las personas determinaban si éstos eran o no violentos”.

- Observatorio. “Cuando hicimos mención al Observatorio de la discriminación –un organismo que, dicho sea de paso, no prevé sanción alguna para quienes pudieran incurrir en actos de discriminación (...)– no hicimos otra cosa que remitirnos al organismo nacional correspondiente (...) Exhortamos al Estado nacional (y no al Gobierno) a que actuara como tal.”

- Radiodifusión. “Cuando dijimos que la Argentina necesita una nueva ley de radiodifusión, lo que estábamos indicando es que nuestro país merece salir de la oscuridad de una reglamentación de la dictadura que sujeta los servicios a la seguridad nacional.”

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